MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El coordinador humanitario de la ONU para Siria, Alí al Zatari, ha anunciado que tienen preparado un convoy de 46 camiones de ayuda humanitaria destinada a Ghuta Oriental y que la intención es entrar en el enclave rebelde este lunes a pesar de la ofensiva abierta de las fuerzas gubernamentales. Este domingo la ONU ha tenido que cancelar un primer envío por motivos de seguridad.
"Esperamos que el convoy pueda entrar según lo previsto y que después haya más convoyes. Nuestros equipos están preparados para hacer todo lo que se necesite para que puedan entrar", ha afirmado Al Zatari en un comunicado oficial de la ONU.
El cargamento de este lunes incluye suministros sanitarios y nutricionales y alimentos suficientes para 27.500 personas. El propio Al Zartari estará al frente del convoy.
La ONU y otras organizaciones humanitarias tienen el permiso para entregar ayuda humanitaria para 70.000 personas necesitadas en este enclave controlado por las milicias rebeldes. El siguiente convoy será el próximo 8 de marzo.
En lo que va de año solo ha podido entrar en Ghuta Oriental un convoy, el del 14 de febrero, cuando entraron en el lugar suministros suficientes para 7.200 personas de Nashabiya.
"La ONU insta a todas las partes a facilitar el acceso incondicional, sin impedimentos y acceso a toda la gente que tienen necesidad en todo el país. La ONU y sus socios humanitarios siguen estando preparados para entrar en todas zona de difícil acceso en todo el país tan pronto como las condiciones lo permitan", apunta la ONU en un comunicado.
Todo esto ocurre en el quinto día consecutivo de la teórica tregua matinal pactada en Ghuta Oriental (desde las 08.00 hasta las 13.00 horas), que habría permitido la entrada de un convoy inicial, con ayuda para 180.000 personas como esperaba la ONU.
Fuentes cercanas a la oposición han denunciado este domingo que las fuerzas afines al Gobierno sirio han provocado la huida en masa de los civiles asediados al proseguir con sus avances durante las últimas horas, según Reuters.
Por contra, el Gobierno ruso, aliado del presidente sirio, Bashar al Assad, ha acusado a los rebeldes atrincherados en la ciudad de "imponer un toque de queda" a los ciudadanos durante las pausas humanitarias, de acuerdo con el portavoz del Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, Vladimir Zolotujin, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias risa, RIA Novosti.
