GINEBRA, 31 Jul. (Reuters/EP) -
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, ha expresado este jueves su consternación por la situación de los niños que han llegado de manera ilegal a Estados Unidos y en especial por los planes de deportación del Gobierno estadounidense.
Alrededor de 57.000 niños procedentes de todo Centroamérica han sido detenidos en los últimos nueve meses en la frontera entre Estados Unidos y México cuando intentaban llegar al país norteamericano sin sus padres.
Ante esta situación el Gobierno de Barack Obama ha declarado que la mayoría de los menores tendrán que volver a sus lugares de origen al no cumplir los criterios para ser considerados como refugiados.
Navi Pillay ha pedido a Washington que proteja a los niños inmigrantes e investigue las decenas de informaciones que se han publicado sobre supuestos abusos por parte de las autoridades estadounidenses hacia ellos.
"Me preocupa especialmente que Estados Unidos pueda estar tomando medidas para deportar a la mayoría de esos niños", ha asegurado Pillay en una rueda de prensa dada en Ginebra.
"Hay casi 100 informaciones en las que se habla de supuestos abusos físicos, verbales y sexuales por parte de los agentes hacia los niños, según lo han denunciado varias ONG", ha declarado Pillay. "Estados Unidos debe investigar de manera urgente todas las supuestas violaciones de los Derechos Humanos de los niños y sancionar severamente a los autores", ha añadido.
Obama pidió la semana pasada a los líderes de Guatemala, Honduras y El Salvador que trabajaran con él para poder detener el flujo de los niños inmigrantes y aseguró que a la mayoría no se les permitirá permanecer en el país salvo que puedan optar a una ayuda humanitaria o a ser declarados como refugiados.
Sobre esto Pillay ha indicado que los niños solo deberían ser deportados si pudiera garantizarse su protección a la vuelta a sus países. Los que necesiten protección internacional deberían ser identificados y protegidos en Estados Unidos, ha declarado Pillay.
La detención de los menores en situación irregular debe ser "la última opción" ya que va contra el principio legal de velar por los mejores intereses para la infancia, ha indicado.
PROBLEMAS POR UN PARLAMENTO DIVIDIDO
Obama ha decidido destinar 3.700 millones de dólares (2.800 millones de euros) a fondos de emergencia para hacer frente a la crisis migratoria aunque ese dinero no se ha repartido aún ya que el Parlamento, muy dividido, ha aplazado la votación de esta medida hasta este viernes.
El número 2 de los republicanos en el Senado estadounidense, John Cornyn, aseguró el pasado domingo que esperaba que la Cámara de Representantes pudiera aprobar esta semana una ley de emergencia "adelgazada" para hacer frente a la crisis.
Pillay ha reconocido que está es una situación política "complicada" y ha añadido que la ONU ya ofrece asistencia y ayuda a las autoridades estadounidenses. Mientras tanto, Estados Unidos debe proporcionar a los niños llegados al país servicios que ayuden a su "recuperación física, psicológica y emocional", ha apuntado.
