BEIRUT, 15 Ene. (Reuters/EP) -
Un tiroteo ha provocado este miércoles que Naciones Unidas suspenda una entrega de alimentos y de vacunas contra la polio en una zona asediada de Damasco, después de que el Gobierno sirio le transmitiera que tenía que utilizar una ruta compleja y peligrosa, ha informado una portavoz de la ONU.
Los trabajadores humanitarios en Siria han acusado a las autoridades de Damasco de estar obstaculizando la llegada de cargamentos a las zonas bajo control de los rebeldes y de amenazar a los organizaciones no gubernamentales con su expulsión si no cumplen los complejos trámites burocráticos para ayudar a la población siria. El régimen que preside Bashar al Assad culpa a los ataques de los rebeldes de los retrasos en la entrega de ayuda humanitaria.
La mayoría de las demoras en las entregas de ayuda humanitaria se deben al asedio de las fuerzas de Al Assad aunque los rebeldes también obstaculizan los envíos en las zonas que controlan en el norte de Siria.
La Agencia de Naciones Unidos para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha indicado que Damasco había autorizado el paso de un convoy de seis camiones para entregar alimentos a 6.000 personas y 10.000 dósis de vacunas contra la polio y suministros médicos en el campo de refugiados de Yarmuk, donde quince personas han muerto por malnutrición y 18.000 están atrapadas en medio del conflicto.
El portavoz de la UNRWA, Chris Gunness, ha explicado en un comunicado que las autoridades sirias han "requerido" que el convoy llegue por la entrada sur de Yarmuk, lo que supone conducir 20 kilómetros "en un área de intensos y frecuentes enfrentamientos armados, en la que muchos grupos armados de oposición, incluidos algunos yihadistas, tienen una fuerte y activa presencia".
Cuando el convoy ha pasado por un puesto de control en la zona sur de Yarmuk, el Gobierno sirio ha enviado una excavadora para escoltarle y limpiar los escombros y el vehículo ha sido tiroteado por individuos armados.
Posteriormente, se ha registrado fuego de ametralladoras y ha explotado un mortero cerca del convoy, lo que ha llevado a la delegación de la UNRWA en Siria ha decidir la suspensión de la entrega. El ataque se ha saldado sin heridos.
Siria acoge a unos 500.000 palestinos, que son en su mayoría refugiados desde 1948, cuando se creó el estado de Israel. Cuando comenzó el levantamiento contra Al Assad a mediados de marzo de 2011, muchos de los palestinos vivían en el campo de refugiados de Yarmuk. Desde entonces, unos 70.000 refugiados se han visto obligados a huir.
Los refugiados palestinos que continúan allí llevan meses atrapados junto con rebeldes sufriendo el asedio de las fuerzas gubernamentales. Los activistas opositores mantienen que el Gobierno está utilizando el hambre como arma de guerra contra su propia población y Naciones Unidas ha pedido que se permita la entrega de ayuda humanitaria.
Según el régimen de Damasco, los rebeldes son los responsables del ataque contra el convoy de Naciones Unidas. "En medio de los informes sobre la malnutrición generalizada en Yarmuk, en medio de informaciones sobre mujeres que mueren durante el parto por falta de cuidados sanitarios, en medio de informaciones sobre niños que comen carne de animales para sobrevivir, esto es lo que le pasa a un convoy de la UNRWA", ha explicado Gunness. "Es un revés extremadamente decepcionante para los residentes de Yarmuk que siguen viviendo en condiciones miserables e inhumanas", ha concluido.
