TIRANA, 26 May. (Reuters/EP) -
Los seguidores de los partidos opositores de Albania han salido a la calle, una vez más, este sábado en una protesta pacífica, la sexta en menos de tres meses, para pedir la dimisión del primer ministro Edi Rama y la celebración de elecciones anticipadas.
La protesta ha sido más tranquila que la celebrada hace dos semanas cuando algunos manifestantes lanzaron cócteles molotov contra el edificio del Gobierno y el Parlamento.
En febrero, dirigidos por el conservador Partido Democrático (DP), 65 diputados de siete partidos de la oposición renunciaron y se unieron a la protesta, aunque el Partido Socialista de Rama cuenta con 74 de los 140 escaños, por lo que la cámara sigue funcionando.
Por su parte, el primer ministro, Edi Rama ha rechazado las acusaciones realizadas por la oposición que le culpan de tener vínculos con el crimen organizado y un control absoluto de los medios y las instituciones.
El mandatario albanés también ha rechazado las acusaciones de fraude en las elecciones de 2017 que le dieron la victoria y ha dicho al líder del Partido Demócratico de la oposición, Lulzim Basha, que no renunciaría a su cargo y le ha instado en una carta pública a resolver esta crisis institucional a través del diálogo.
Horas antes de que se celebrase la manifestación, la delegación de la Unión Europea en el país, las embajadas de sus estados miembros y la de Estados Unidos habían pedido a la oposición que se manifestase pacíficamente.
"Hacemos un llamamiento a todas las partes para que aprovechen la oferta existente para iniciar un diálogo de cara a encontrar una salida urgente a la actual situación política", ha dicho la oficina de la UE.
La Unión Europea y Estados Unidos consideran que el Gobierno de Rama es legítimo y han instado a la oposición a regresar al Parlamento y participar en las elecciones locales previstas para el próximo 30 de junio.
Rama llegó al poder en las elecciones de 2013 y ganó la reelección cuatro años más tarde. En principio, los próximos comicios parlamentarios están previstos para 2021, aunque los socialistas deberán pasar antes la prueba de las elecciones locales del próximo junio.
La Unión Europea ha ido retrasando las conversaciones para la adhesión de Albania debido, entre otras cosas, a la persistente inestabilidad política, la falta de reformas y el débil Estado de derecho, que tiene su reflejo en la calidad de las elecciones.
