AMÁN, 27 May. (Reuters/EP) -
La oposición ha arremetido contra la misión de observadores de la ONU en Siria y les ha acusado de pasividad ante la masacre del pasado viernes en Hula en la que murieron más de un centenar de personas, la mayoría civiles.
"La delegación de los observadores fue impotente y no hizo amago de intervenir excepto para contar a las víctimas al día siguiente de la masacre, igual que hizo la ONU en Sarajevo y Srebrenica, en Bosnia", denuncia el Consejo Revolucionario de la ciudad de Homs, situada cerca de Hula.
Otro activista, Maysara al Hilawi, que asegura que fue uno de los primeros miembros del Comité de Coordinación de Hula que acudió a la zona afectada por el bombardeo, el propio viernes, ha relatado lo que pudo presenciar. "He ayudado a recoger más de un centenar de cuerpos en los dos últimos días, la mayoría de mujeres y niños. Los últimos eran miembros de la familia Al Kurdi: un hombre y sus cinco niños. La madre está desaparecida", ha explicado en declaraciones telefónicas.
Al Hilawi ha señalado que se temía "que estaba a punto de cometerse una masacre", pero los observadores de la ONU a los que alertó para que se dirigieran a la zona "llegaron demasiado tarde".
Otras fuentes de la oposición en Homs han explicado que todo comenzó cuando los soldados y paramilitares del régimen levantaron barricadas en torno a Hula y dispararon con ametralladoras contra una manifestación, matando a cinco personas. El Ejército Libre Sirio respondió atacando dos barricadas del Ejército y fue entonces cuando el Ejército disparó una salva de artillería que acabó con la vida de unas 15 personas.
Los vecinos aseguran que entonces los miembros de la milicia 'shabbiha', afín al régimen, entraron en Hula y comenzaron a masacrar a los vecinos, hombres, mujeres y niños, con sus cuchillos y disparándoles a quemarropa. Unas 400 familias habrían huido de la zona en las últimas 48 horas por miedo a mayores represalias, según activistas de la oposición.
