JERUSALÉN, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Ahmed Helles, el líder del clan Helles, que se enfrentó durante días a las fuerzas de seguridad de Gaza, aseguró hoy desde Israel que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) pagará por la sangre derramada durante los combates. "Hamás se ha autoexcluido de la lista de organizaciones nacionales palestinas", sentenció Helles en una entrevista concedida al diario israelí 'Yedioth Aharonoth'.
El dirigente de este clan, afín al Movimiento Al Fatá, afirmó que los combates de Gaza comenzaron "porque (Hamás) no quiere ni ver a una familia tan grande y fuerte como la mía". Sin embargo, varios de los Helles huidos a Israel parecían aterrorizados ante la posibilidad de un retorno a la Franja de Gaza.
"Hasta donde sé, voy a regresar a la Franja, pero las circunstancias no están sólo bajo mi control", indicó Ahmed Hilles. "Estoy con los israelíes y aún no sé lo que se decidirá, pero hasta donde tengo entendido nos dirigiremos a la Franja", dijo.
"No abandonaremos a nuestra gente en la Franja. Hamás lo sabe y pagará un precio por la sangre derramada y por eso está haciendo todo lo que puede para evitar cualquier posibilidad de diálogo. Hamás se ha autoexcluido de la lista de organizaciones nacionales palestinas con su actitud violenta que derrama la sangre del pueblo palestino", agregó.
El propio Ahmed Helles resultó herido en una pierna cuando los hombres de Hamás tomaron su casa. "Por la tarde Hamás llegó al lugar donde vive el clan. Todos los familiares intentaron protegerse con las armas que poseemos. Cada persona vigilaba su propia casa, pero Hamás mandó más y más fuerzas", dijo.
Tras darse cuenta de que lo que pretendían los hombres de Hamás era matar a todos los miembros del clan, Ahmed Helles y su familia decidieron huir hacia Israel. "En lugar de evacuar a nuestros heridos, utilizaron las ambulancias para llevar más soldados a la zona", denunció.
"SI VUELVO, MORIRÉ"
Amegdat Helles, de 31 años, resultó herido leve en los combates, que comenzaron sobre las 17.00 horas de ayer, explicó el propio Amegdat. "Nos dispararon con pistolas, morteros y lanzagranadas. Me hirieron a primera hora y comencé a sangrar, pero impidieron a las ambulancias llegar hasta nosotros", dijo.
"Sólo cinco horas después logré llegar a la valla tras decidir que debíamos escapar en esa dirección. Llegamos a un lugar a 300 metros de Israel cuando los militares israelíes nos dispararon e hirieron a dos personas más. Vimos que no podíamos alcanzar la valla, así que hablamos con Ramala y esperamos cuatro horas hasta que nos dejaron pasar", explicó.
"No toda nuestra familia es de Al Fatá. Algunos son miembros de la Yihad Islámica y otros no tienen una filiación. Lo de ayer fue simple venganza", aseguró Helles. "No creo que regrese a Gaza en el futuro cercano. Si vuelvo, moriré. Mientras, estoy aquí y espero estar bien. Puede que nos trasladen a Cisjordania", agregó.
El Ejército israelí devolvió a Gaza esta mañana a una treintena de los 180 milicianos que cruzaron ayer la frontera a pesar del acuerdo previo con la Autoridad Palestina para permitir a los Helles llegar a Ramala (Cisjordania). Los milicianos trasladados a Gaza fueron inmediatamente detenidos por agentes de la Fuerza Ejecutiva (policía) de Hamás.
