Los convocantes piden al Gobierno la ruptura de relaciones con Israel y presión para la negociación de una solución al conflicto
MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Más de 5.000 personas, según los organizadores, marcharon hoy entre las embajadas de Estados Unidos y de Israel bajo el lema "Paremos el genocidio del pueblo palestino". Los convocantes --la Asociación Hispano-Palestina Jerusalén, el Partido Comunista de España (PCE) y la ONG Paz Ahora-- pidieron que el "genocidio" israelí en la Franja de Gaza no quede impune y que el Gobierno español rompa relaciones diplomáticas con Israel.
A pesar de la intensa lluvia, los manifestantes se fueron concentrando enfrente de la Embajada de Estados Unidos en Madrid hasta que comenzó la manifestación. Uno de los integrantes de la Asociación Hispano-Palestina Jerusalén, Jalil Sadaka, recordó que el conflicto "no se ha acabado". "Aunque la sangre ahora no corre masivamente, el bloqueo, el asedio de Gaza, sigue manteniéndose, al igual del cierre de los pasos fronterizos", indicó.
En cualquier caso, Sadaka destacó que el fondo de la cuestión es "presionar a Israel para que acabe de una vez con el genocidio y ponga fin a la ocupación".
Ante la Embajada estadounidense, Sadaka recordó que el Ejército israelí ha utilizado en sus operaciones carros de combate, helicópteros y aviones fabricados en Estados Unidos y que ha sido Washington el principal responsable del bloqueo y la pasividad del Consejo de Seguridad de la ONU durante las décadas de conflicto. Los manifestantes corearon consignas como "Bush, Obama: basura americana", o "el yanqui necesita jarabe vietnamita".
Durante la marcha hasta la Embajada israelí se pudieron escuchar otros lemas como "es genocidio, no es una guerra", "ya queremos ver que Zapatero cierre la Embajada de Israel", "es genocidio, los culpables al banquillo" o "¿dónde está Moratinos cuando matan palestinos".
"Aunque se haya hecho un simulacro de alto el fuego de cara a la investidura de Obama. Es un alto el fuego que no ha sido tal porque continúan en la Franja de Gaza, el pueblo palestino sigue sufriendo las consecuencias con ataques encubiertos y sigue habiendo una ocupación", lamentó la secretaria de Movimientos Sociales del PCE, Felicitas Velázquez.
PSOE Y SINDICATOS "SE CAEN"
"Creemos en la necesidad de manifestarnos porque queremos que el Gobierno español rompa todo tipo de relaciones, incluso los acuerdos preferenciales, con Israel hasta que se arregle el conflicto", explicó. En ese sentido, lamentó que tanto el PSOE como los sindicatos mayoritarios "se hayan caído de la convocatoria", a pesar de que hace dos semanas se sumaron a una protesta similar. "Lamentamos que no estén, pero seguiremos trabajando por que se sumen en el futuro", declaró Velázquez.
Ya ante el edificio en el que se encuentra la sede de la Embajada, donde había un fuerte despliegue de policías equipados con material antidisturbios, el presidente de Paz Ahora, Julio Rodríguez, denunció los "1.500 asesinatos, víctimas del terrorismo de Estado", y reclamó que estas acciones no queden inmunes.
Con respecto a la manifestación del pasado domingo también ante la Embajada israelí, pero en defensa de la operación militar en Gaza, Rodríguez expresó su "vergüenza". "Que un embajador de un país extranjero insulte no sólo a nuestro Gobierno, sino a la sociedad civil organizada --a las ONG, a los pacifistas, a los sindicatos que hemos convocado estas manifestaciones-- es algo que nos lleva a exigir una vez más que se rompan relaciones diplomáticas con Israel y que se cierre esta Embajada", afirmó.
Durante la manifestación proisraelí se aseguró que en las manifestaciones propalestinas no se lamentaban por igual los muertos de uno y otro lado, a lo que Rodríguez respondió sarcásticamente. "Lo que sabemos es contar. En un lado hay más de 1.500 muertos y en el otro diez militares y tres civiles", dijo. "Nosotros lamentamos todas las muertes, pero el potencial de fuego es tan diferente que aquí no hay una guerra, sino un ataque organizado de un ejército muy fuerte contra la población civil", indicó.
El comunicado final, que insistió en pedir la interrupción del comercio de armas, la ruptura relaciones diplomáticas con Israel y la suspensión del acuerdo preferencial UE-Israel, fue leído por el actor Guillermo Toledo y una palestina residente en España.
