JERUSALEN, 17 Jul. (EP/AP) -
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó que Israel "no busca una guerra pero no se asustará por ella" en referencia a la escalada de violencia en Líbano en los últimos días e insistió en que la ofensiva militar sobre Líbano finalizará cuando los dos soldados israelíes secuestrados por la milicia libanesa chií Hezbolá sean puestos en libertad, se acaben los ataques con misiles a territorio israelí y el Ejército libanés se despliegue en la frontera.
En un discurso ante el Parlamento israelí tras seis días de ataque sobre Líbano, Olmert afirmó que Israel no tendrá compasión con los militantes de Hezbolá que atacan las ciudades israelíes con misiles, y pidió la destrucción de toda infraestructura utilizada por terroristas.
"Debemos eliminar toda infraestructura, golpear a cada terrorista que está atacando a los ciudadanos israelíes y destruir todas sus infraestructura en todos los lugares", arengó el primer ministro. "Continuaremos con esto hasta que Hezbolá cumpla con los requisitos básicos y justos de cualquier persona civilizada", manifestó el mandatarios israelí.
"Israel no consentirá vivir en la sombra de la amenaza de misiles contra sus residentes", zanjó Olmert ante la Kneset. Durante los últimos seis días han fallecido 24 israelíes, la mitad civiles , en ataques de la milicia sobre las ciudades del norte de Israel, mientras que cerca de 200 libaneses, la mayoría civiles han muerto a causa de los bombardeos israelíes.
Asimismo, Olmert pidió fortaleza y unidad a su pueblo para hacer frente a los lanzamientos de misiles desde el lado libanés. Respecto a los soldados secuestrados afirmó que "haremos todo lo posible por traerlos a casa", pero añadió que Israel no puede llegar a una cuerdo que lleve a otros secuestros.
"Cuando se lanzan misiles a nuestros residentes y nuestras ciudades, nuestra respuesta debe ser la guerra con determinación, coraje y sacrificio", aseguró, culpando a los militantes de Hamás en Gaza y a los de Hezbolá en Líbano de ser agentes de Irán y Siria.
