BRUSELAS, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
La OTAN ha reconocido que la alianza belgo-holandesa BAM responsable de la construcción de su nueva sede en Bruselas ha reclamado "costes y tiempo adicionales" para completar las obras, pero ha confiado en que el Gobierno belga podrá gestionar el proyecto en nombre de la Alianza.
El gestor del proyecto de la OTAN, Tony Carruth, informó a los representantes de los Veintiocho el pasado 10 de enero que el consorcio reclama 245 millones de euros de financiación adicional -el presupuesto máximo para el proyecto se eleva a 1.000 millones de euros-- para completar las obras y que probablemente se completarían con un retraso de nueve meses y medio frente al plazo inicialmente previsto en 2015, según informó hace dos días el semanario alemán 'Der Spiegel'.
De acuerdo con la publicación alemana, los Veintiocho ya se habían mostrado escépticos cuando el consorcio ganó el contrato en 2010 por 460 millones de euros, 210 millones de euros menos que los costes estimados por la propia OTAN. Alemania se habría mostrado dispuesta a aprobar los costes adicionales "mientras no impliquen el inicio de más demandas por parte de BAM".
"Bélgica ha informado a la OTAN en diciembre que el contratista general de la construcción, la Alianza BAM, ha presentado una reclamación de costes y tiempo adicionales para finalizar el edificio de la nueva sede de la OTAN, más allá de su oferta inicial", ha explicado la portavoz de la Alianza Atlántica, Oana Lungescu.
"Bélgica, como responsable del contrato a petición de la OTAN, ha explicado a la OTAN que está analizando la reclamación. La OTAN confía en Bélgica para gestionar este proyecto en nombre de la Alianza", ha precisado, rechazando en todo caso confirmar la cifra de sobrecoste adelantada por el semanario alemán.
RECLAMACIÓN ANALIZADA
La portavoz ha precisado que "por ahora" la reclamación "está siendo analizada" y ha rechazado "prejuzgar el resultado del análisis por parte de las autoridades belgas", preguntada si el Gobierno belga deberá correr con los costes adicionales o los aliados deberán aportar más fondos en su conjunto.
Lungescu ha admitido que "la construcción de la nueva sede de la OTAN es un proyecto grande y complejo" debido "a los requisitos de seguridad". "Tales proyectos conllevan el riesgo de reclamaciones de costes y tiempo adicionales", ha admitido.
Un portavoz del consorcio justificó el sobrecoste en declaraciones al semanario alemán por "varias circunstancias imprevistas, incluido el aumento significativo de requisitos de seguridad".
Los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN acordaron en 1999 construir una nueva sede para la OTAN con el objetivo de albergar a todo el personal de la OTAN, de los Veintiocho aliados y las agencias de la Alianza en una única instalación.
