MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Pakistán han confirmado este jueves que más de 240.000 personas han dado positivo en las pruebas para detectar el nuevo coronavirus y que más de 5.000 han fallecido a causa de la COVID-19 en el país asiático, el duodécimo más afectado de todo el mundo.
El nuevo balance recoge un total de 242.386 casos y 5.023 fallecidos, con Sindh como primera provincia del país en superar el umbral de los 100.000 contagios. La segunda provincia más afectada es Punyab, con 84.587 casos confirmados hasta la fecha.
Los nuevos casos se han contenido ligeramente este mes tras los máximos registrados en junio, si bien las autoridades han abogado por seguir tomando medidas frente a una pandemia que cuenta entre sus contagios al ministro de Sanidad, Zafar Mirza, y al responsable de Exteriores, Shá Mahmud Qureshi.
El primer ministro, Imran Jan, que criticó en un primer momento la adopción de medidas de confinamiento, ha inaugurado este jueves un centro de aislamiento y tratamiento de enfermedades infecciosas en la capital, Islamabad.
El mandatario ha destacado que la curva "está bajando", aunque ha pedido a la población que se abstenga de grandes celebraciones durante la Fiesta del Sacrificio, que tendrá lugar entre el 30 de julio y el 3 de agosto, según ha informado la cadena de televisión paquistaní Geo TV.
"Pido a mi pueblo que no hagan lo mismo que en el anterior Eid al Adha. Cualquier reunión pública puede causar la propagación del virus y suponer una presión sobre hospitales, médicos y enfermeros, además de causar muertes", ha explicado.
Así, ha solicitado a la población que celebre esta fiesta "con simplicidad". "Por el bien de la economía y el bienestar de los ancianos y las personas enfermas, es esencial celebrar el Eid con simplicidad", ha reiterado.
Por su parte, el ministro de Educación, Shafqat Mahmud, ha anunciado que todos los centros educativos podrán reanudar las clases el 15 de septiembre, si bien ha advertido de que la decisión no será definitiva hasta la semana previa, cuando el Gobierno tiene previsto revisar los datos sanitarios.
