Pakistán.- El Supremo iniciará su propia investigación sobre el atentado contra Bhutto y fija para mañana una vista

Actualizado: miércoles, 31 octubre 2007 20:26

KARACHI (PAKISTÁN), 31 Oct. (EP/AP) -

El Tribunal Supremo anunció hoy que iniciará su propia investigación sobre el atentado terrorista perpetrado en Karachi el pasado 18 de octubre contra Bhutto, para asegurarse de que los "responsables de este acto bárbaro son castigados, lo que restaurará la confianza de la nación en el sistema de gobierno", y fijó una vista para mañana.

El anuncio lo realizó el jefe del Supremo, Iftikhar Chaudhry, quien expresó su impaciencia ante una investigación "que está bajo el intenso escrutinio de toda la comunidad internacional". El juez se ha convertido en un actor clave en las luchas por el poder en Pakistán desde que el presidente del país, Pervez Musharraf, intentara cesarle el pasado mes de marzo.

Tras su reestablecimiento en el mes de julio, en medio del clamor por el fin del poder militar, el Supremo se ha hecho cargo de una serie de casos de alto nivel, entre los que se incluye la responsabilidad de este tribunal de decidir si Musharraf debe seguir en el poder.

Musharraf, que alcanzó el poder en 1999 mediante un golpe de Estado y convirtió a Pakistán en aliado de Estados Unidos en su guerra contra el terrorismo, ganó las elecciones presidenciales celebradas el 6 de octubre por una amplia mayoría. No obstante, el Supremo advirtió de que los resultados de las elecciones no serán definitivos hasta que decida si admite las quejas de la oposición que consideran que Musharraf era un candidato ilegible por ostentar el cargo de jefe del Ejército.

Musharraf, que se comprometió a abandonar el Ejército antes de inaugurar un nuevo periodo presidencial, eludió confirmar en la noche de su elección si aceptaría un veredicto negativo del Tribunal.

El Supremo también tiene que decidir si el ministro depuesto por Musharraf hace ocho años, Nawaz Sharif, debe ser autorizado a regresar de su exilio y volver a la política. Bhutto volvió a Pakistán después de que Musharraf firmara una amnistía para retirar las causas de corrupción contra ella y algunos de sus colaboradores. La ex primera ministra formará, previsiblemente, un Gobierno de coalición con el presidente.