Panamá/España.- La Audiencia Nacional española investiga la muerte de 119 panameños debido a un jarabe envenenado

Actualizado: domingo, 25 enero 2009 14:41

MADRID, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Nacional investiga la muerte de 119 panameños debido a un jarabe para la tos envenenado distribuido por la empresa catalana Rasfer Internacional, SA. y que contenía un componente tóxico que la empresa española compró en China.

Según publica hoy 'El País', la Audiencia Nacional ha admitido a trámite una querella presentada por las víctimas contra la empresa Rasfer Internacional, SA, con sede en Barcelona, y su administradora Ascensión Criado Martín por el presunto delito de "imprudencia grave con resultado de muerte".

Las principales autoridades de la Seguridad Social de Panamá en el año 2003 sacaron a concurso la compra de 9.000 kilos de glicerina para elaborar un jarabe expectorante que fue distribuido gratuitamente en 20.000 frascos a las familias más pobres del país, causando una intoxicación masiva con el resultado oficial de 119 muertos entre los años 2006 y 2007. Además, se investiga la muerte de otras 400 personas que tomaron el jarabe y perecieron a los pocos meses.

La glicerina que contenía el jarabe envenenado fue comprada por la empresa española a una intermediaria farmacéutica china, Cnsc Fortune Way Company, y posteriormente fue exportada a la Seguridad Social de Panamá, que no realizó los análisis pertinentes para determinar la calidad y pureza de la glicerina.

La querella también apunta a la responsabilidad de las autoridades sanitarias españolas, ya que "la falta de control por parte de las autoridades administrativas puede contribuir a que determinadas empresas realicen la distribución de sustancias tóxicas sin cumplir con su deber de diligencia y con absoluta impunidad, avocando el resultado a un fatal desenlace".

La demanda admitida a trámite por la Audiencia Nacional asegura que la empresa catalana Rasfer, ""en clara connivencia con el proveedor y el fabricante chino, obtuvo un producto a un precio muy inferior al del mercado, falseando la realidad de la factura de compraventa con el único fin de obtener un mayor beneficio, sin importarle la calidad del producto a exportar y poniendo en peligro la salud de los consumidores panameños".