El Papa dice que El Vaticano tiene que seguir más las noticias de actualidad en todo el mundo, tras el caso Williamson

Actualizado: jueves, 12 marzo 2009 13:30


ROMA, 12 Mar. (EUROPA PRESS/Gloria Moreno) -

El Papa Benedicto XVI afirma que la Santa Sede debe prestar más atención a las noticias de actualidad que se difunden en todo el mundo para evitar malentendidos, tras el caso Williamson, en una misiva remitida a los obispos y hecha publica hoy por el Vaticano para aclara su posición con respecto al polémico levantamiento de la excomunión a los cuatro obispos lefebvrianos.

"Me han dicho que seguir con atención las noticias accesibles por Internet habría dado la posibilidad de conocer tempestivamente el problema. De ellos saco la lección de que, en el futuro, en la Santa Sede deberemos prestar más atención a esta fuente de noticias", añade.

Además, lamenta la "hostilidad dispuesta al ataque" con la que algunos católicos han juzgado su decisión. El director de la sala de prensa del Vaticano calificó este documento de "desacostumbrado y digno de la máxima atención" ya que, "nunca como hasta ahora con este caso", el Papa "se había expresado de un modo tan personal e intenso sobre una cuestión debatida".

La remisión de la excomunión a los cuatro obispos cismáticos, que habían sido ordenados sin el permiso del Papa en 1988 por el prelado cismático Marcel Lefebvre, coincidió a finales del pasado mes de enero con las polémicas declaraciones de uno de ellos, Richard Williamson, en las que minimizaba la magnitud del Holocausto judío y llegaba a decir que las cámaras de gas nunca habían existido.

El caso alimentó una intensa polémica tanto entre católicos y judíos como en el interior de la Iglesia católica, lo que llevó al Papa y al Vaticano a aclarar en varias ocasiones sus posiciones sobre el Holocausto y a pedir a Williamson que se retractara de sus declaraciones para poder ser readmitido en la Iglesia católica.

Asimismo, el Vaticano aseguró que, en el momento del levantamiento de la excomunión, el Papa no tenía conocimiento de las declaraciones que Williamson había concedido a una televisión sueca pocos días antes. Ahora, el Papa también se propone explicar lo sucedido a los obispos de todo el mundo.

En la misiva publicada hoy, el Papa intenta explicar a los obispos cuáles eran las verdaderas intenciones de su decisión y analiza las circunstancias que contribuyeron a atizar la polémica, "tanto dentro como fuera de la Iglesia católica".

Entre otras cosas, Benedicto XVI admite que el caso la discusión que ha desatado esta cuestión ha sido de una "vehemencia como no se había visto desde hace mucho tiempo" y recuerda la "avalancha de protestas" que se produjeron por parte de los que le acusaban de querer volver a los tiempos anteriores al Concilio Vaticano II.

HA SIDO UNA "DESGRACIA IMPREVISIBLE"

"Una contrariedad para mí imprevisible fue el hecho de que el caso Williamson se sobrepusiera al levantamiento de la excomunión", detalla el Pontífice. Esto ha hecho que "el gesto discreto de misericordia hacia los cuatro obispos, que habían sido ordenados válidamente pero no legítimamente, ha aparecido de pronto como algo completamente diverso: como la negación de la reconciliación entre cristianos y hebreos, y por lo tanto, como la revocación de lo que el Concilio ya había aclarado sobre esta materia".

Con todo "me ha entristecido el hecho de que también los católicos, que en el fondo habrían podido conocer mejor cómo están las cosas, hayan decidido golpearme con una hostilidad dispuesta al ataque", lamenta. "Precisamente por esto agradezco a los amigos hebreos que han ayudado a quitar de en medio el malentendido y a restablecer la atmósfera de amistad y confianza", añade.

Sin embargo, el Pontífice detalla "otro desacierto" cometido por la Santa Sede al no haber sabido ilustrar "el alcance y los límites" de la decisión pontificia en el momento de su publicación y es que los cuatro obispos lefebvrianos "han sido liberados de la sanción eclesiástica pero no ejercen de modo legítimo ningún ministerio en la Iglesia", puntualiza.

Por otro lado, el Papa reitera su intención de seguir avanzando hacia la completa reconciliación de la Iglesia católica con la Fraternidad de San Pio X, la comunidad cismática a la que pertenecen los cuatro obispos lefebvrianos. "¿Puede dejarnos totalmente indiferentes una comunidad en la que se encuentran 491 sacerdotes, 215 seminaristas, 117 monjes, 164 monjas y miles de fieles? ¿Debemos verdaderamente dejar que vayan a la deriva lejos de la Iglesia?" se pregunta.

Benedicto XVI admite que existen "muchas cosas fuera de tono, soberbia y presunción, obcecaciones sobre unilateralismos, etc." por parte de esta comunidad cismática. Sin embargo, "a veces se tiene la impresión de que nuestra sociedad necesita de un grupo al menos, con el cual no tener tolerancia alguna, contra el cual pueda tranquilamente arremeter con odio. Y si alguno intenta acercársele --en este caso también el Papa-- también él pierde el derecho a la tolerancia y puede también ser tratado con odio sin temor ni reservas", lamenta.