El Papa pide por los niños sin amor de padres, los de la calle, los niños-soldado y los que sufren abusos

Actualizado: jueves, 25 diciembre 2008 11:44

Dice que Dios está "donde los hombres no pretenden hacer autónomamente de la tierra el paraíso, sirviéndose para ello de la violencia"


MADRID, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Papa Benedicto XVI pidió ayer que nos acordemos esta Nochebuena de una manera especial de los niños a los que se les niega el amor de padres, de los de la calle, de los niños-soldado y de los que sufren abuso de cualquier tipo.

"Cada niño reclama nuestro amor. Pensemos en esta noche de modo particular en aquellos niños a los que se les niega el amor de los padres; en los niños de la calle que no tienen el don de un hogar doméstico; en los niños que son utilizados brutalmente como soldados y convertidos en instrumentos de violencia, en lugar de poder ser portadores de reconciliación y de paz; en los niños heridos en lo más profundo del alma por medio de la industria de la pornografía y todas las otras formas abominables de abuso", dijo el Santo Padre en la Homilía pronunciada durante la Misa del Gallo en conmemoración del nacimiento de Jesús en la Basílica de San Pedro.

Benedicto XVI explicó a renglón seguido que el Niño de Belén es un "nuevo llamamiento" que se dirige a los hombres para que hagan "todo lo posible con el fin de que termine la tribulación de estos niños". Se trata, añadió el Sumo Pontífice, de "hacer todo lo posible para que la luz de Belén toque el corazón de los hombres".

No en vano, consideró el Papa, "solamente a través de la conversión de los corazones, solamente por un cambio en lo íntimo del hombre se puede superar la causa de todo este mal, se puede vencer el poder del maligno". Así, "sólo si los hombres cambian, cambia el mundo y, para cambiar, los hombres necesitan la luz que viene de Dios, de esa luz que de modo tan inesperado ha entrado esta noche".

"MISERIA DE UN NIÑO SIN POSADA"

Por otra parte, Benedicto XVI, sobre la lectura del salmo (113 [112],5s), relató que en la noche de Belén, Dios se inclina con "un realismo inaudito y antes inimaginable" porque viene a la Tierra como un niño e incluso rodeado de "la miseria del establo, símbolo toda necesidad y estado de abandono de los hombres".

"Se hace pequeño y necesitado del amor humano" y se halla en "la nube de la miseria de un niño sin posada", pero "nube de la gloria". "¿De qué otro modo podría aparecer más grande y más pura su predilección por el hombre, su preocupación por él?", se pregunta el Pontífice, quien ensalza que "nada puede ser más sublime, más grande, que el amor que se inclina de este modo".

También se refirió al relato de la Natividad según San Lucas, otra de las lecturas de la Misa del Gallo, que recuerda "repetidamente y con urgencia creciente" la "invitación a la vigilancia, a permanecer despiertos para percibir llegada de Dios y estar preparados para ella".

En este punto, vuelve el Santo Padre a situar a Dios en el establo: "Su gloria está en la tierra, es la gloria de la humildad y del amor. Y también: la gloria de Dios es la paz. Donde está Él, allí hay paz. Él está donde los hombres no pretenden hacer autónomamente de la tierra el paraíso, sirviéndose para ello de la violencia. Él está con las personas del corazón vigilante; con los humildes y con los que corresponden a su elevación, a la elevación de la humildad y el amor. A estos da su paz, porque por medio de ellos entre la paz en este mundo".

Asimismo, recordó Benedicto XVI al pueblo de Belén y pidió por la paz en el territorio: "Pensemos en aquel país en el que Jesús ha vivido y que tanto ha amado. Y roguemos para que allí se haga la paz. Que cesen el odio y la violencia. Que se abra el camino de la comprensión recíproca, se produzca una apertura de los corazones que abra las fronteras. Qué venga la paz que cantaron los ángeles en aquella noche".

CALENDARIO VATICANO

Según el calendario vaticano de celebraciones navideñas, mañana, 25 de diciembre, el Pontífice dará un mensaje e impartirá la bendición 'urbi et orbe' con motivo del día de Navidad.

El 31 de diciembre, a las 18 horas, el Papa celebrará en San Pedro el 'Te Deum' de gracias por el año transcurrido.

El 1 de enero, a las 10 horas, Benedicto XVI celebrará, en San Pedro, la Misa por la Jornada mundial de la Paz.

Por otra parte, el 6 de enero, también en la basílica vaticana, el Santo Padre celebrará, también a las 10 horas, la Misa de la Epifanía, y el domingo, 11, en la Capilla Sixtina, bautizará a varios recién nacidos.