El Parlamento iraquí rehabilita a los baazistas de Saddam Hussein

Actualizado: domingo, 13 enero 2008 1:01


BAGDAD/MADRID, 13 Ene. (OTR/PRESS) -

Irak vivió ayer su particular y acelerada transición. Por una escasa mayoría de diputados, el Parlamento iraquí aprobó ayer la Ley de Responsabilidad y Justicia por la que se permite a los antiguos miembros del partido Baaz de Saddam Hussein volver a la vida pública, siempre que no formaran parte de los cinco primeros niveles de poder del régimen del dictador ejecutado. La notable ausencia de casi la mitad de los diputados de la Cámara iraquí revela las tensiones que ha generado la norma, aprobada a instancias de Estados Unidos, que cree que podría beneficiar a la conciliación entre suníes y chiíes.

En 2003, con la invasión de Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados, el partido Baaz, de corte nacionalista panarabista, laico y radical socialista, y todos sus miembros fueron ilegalizados. Las autoridades iraquíes y, especialmente, las estadounidenses, se aseguraron así que ningún resquicio del antiguo régimen de Saddam Hussein permaneciera en la estructura estatal del 'nuevo Irak' y, sobre todo, que ninguno de los militares leales al derrocado dictador formase parte del recién reformado Ejército iraquí.

Casi cinco años más tarde, el Parlamento iraquí ha aprobado la Ley de Responsabilidad y Justicia, que permite a los antiguos miembros del Baaz volver a la vida pública, y que reemplaza a una norma que los suníes -facción religiosa a la que pertenecía Hussein- rechazaban, al considerarla un castigo colectivo por los crímenes del dictador. La ley fue aprobada por los 143 diputados que asistieron a la votación, sólo tres más que el 'quorum' necesario para la ratificación de una norma, de los 275 miembros que tiene la Cámara.

"La ley ha sido aprobada. La consideramos como una buena señal de progreso y beneficiará enormemente a los baazistas", aseguró Rasheed al-Azzawi, un diputado suní que formó parte de la Comisión encargada de modificar algunos aspectos de la ley, en declaraciones a la cadena 'Al-Jazeera' recogidas por Otr/press. La norma ha sido aprobada a instancias de las enormes presiones desde el aparato diplomático de Washington, que la ha considerado desde el primer momento como la mejor forma de apaciguar las tensiones existentes entre suníes y chiíes, que tanta sangre han derramado en Irak.

ESCEPTICISMO EN IRAK

La nueva ley permitirá a miles de antiguos miembros del partido Baaz que lideró Saddam Hussein volver al primer plano de la vida pública, fundamentalmente, a servir en el Ejército -hoy formado mayoritariamente por chiíes- y a aspirar a cargos funcionariales dentro del Estado iraquí. Los miembros más antiguos del partido, los que alcanzaron los más altos cargos dentro del régimen, sin embargo, seguirán apartados de la vida pública, aunque el Gobierno se encargará de proporcionarles una pensión.

Este hecho responde a que la nueva norma distingue entre dos tipos de miembros del partido Baaz: por un lado, aquellos que ocuparon cargos de responsabilidad dentro de alguno de los primeros cinco niveles -de diez- dentro del Gobierno de Saddam Hussein y que podrían haber aplicado alguna de las políticas represivas del dictador; por otro, los miembros de las escalas inferiores. Los primeros continuarán alejados de la vida pública por voluntad del Parlamento, mientras que el resto podrá volver a ocupar un puesto en el Ejército o la estructura estatal.

Aunque en Estados Unidos la ley se acoge con optimismo de cara al futuro de Irak, lo cierto es que la exigua mayoría con la que ha sido aprobada demuestra la poca aceptación que ha tenido en el Parlamento. Algunos, fundamentalmente chiíes que estuvieron bajo la bota opresora del régimen eminentemente suní de Hussein, no la consideran un paso más a la conciliación de sus hermanos suníes, sino más bien una ley que creará aún más confrontación y división, además de volver a dar fuerza a los baazistas que fueron expulsados a sangre y fuego del poder.