Un partero en Sudán del Sur

Un partero en Sudán del Sur
MSF 
Actualizado: jueves, 6 diciembre 2018 9:53

A Obulejo su trabajo le parece "muy gratificante", más ahora que con ayuda de un ecógrafo puede hacer diagnósticos más precisos

MALAKAL (SUDÁN DEL SUR), 6 Dic. (Por Obulejo Stephen Melebi, partero en Médicos Sin Fronteras) -

Me llamo Obulejo Stephen Melebi. Tengo 27 años y trabajo como partero en Médicos Sin Fronteras (MSF). A algunos puede parecerles sorprendente oír la figura de una 'matrona' hombre. Fue mi hermana, que también es partera, quién me inspiró para hacer este trabajo.

En Sudán del Sur hay una escasez enorme de personal sanitario y un trabajador con experiencia médica resulta muy apreciado, incluido un matrón como es mi caso.

Han sido pocas las ocasiones en las que algún paciente o familiar se ha mostrado contrariado por el hecho de ser atendido por un hombre.

        MSF/Frederic Noy

Trabajar para traer al mundo de forma segura a bebés por todo el país es una profesión que me motiva. Me formé en Kajo Keji, en el Instituto Nacional de Formación de Salud. Allí me enseñaron a atender partos y resolver situaciones complicadas.

Luego trabajé como matrón en el sistema público de salud en el mismo Kajo Keji y en Torit, en la región de Equatoria y, durante los últimos tres años lo hago con MSF, primero en Gogrial y ahora en Malakal.

Realizo seguimiento de los embarazos y asisto en los nacimientos. A menudo tengo que tomar la decisión de referir casos con complicaciones a los hospitales. Mis conocimientos, habilidades y capacidades para asistir las complicaciones del embarazo han mejorado gracias a la formación y al empleo de un ecógrafo aquí en Malakal.

LARGOS DESPLAZAMIENTOS PARA REALIZAR UNA ECOGRAFÍA

En el pasado, antes de que contáramos con este equipo, para realizar una ecografía a los casos sospechosos de presentar complicaciones teníamos que trasladar a las mujeres embarazadas a una distancia enorme.

MSF/Frederic Noy

Por ejemplo, recuerdo que cuando trabajaba en Gogrial, el equipo de ultrasonidos más cercano estaba en Aweil o Agok, a seis horas en coche. Se trataba de un trayecto largo y complicado para una mujer embarazada que, en la temporada de lluvias, podía prolongarse aún más a través de caminos embarrados.

Fuera de los centros de salud de MSF, incluso en las ciudades donde hay hospitales con ecógrafos, estos equipos están fuera del alcance de los pacientes a causa del coste que una exploración de estas características supone para la inmensa mayoría de los sursudaneses.

COMPLICACIONES Y MUERTES QUE PODRÍAN HABERSE PREVENIDO

Cuando comencé a usar el equipo de ultrasonidos en MSF, recordé aquellos momentos y lugares donde se podrían haber prevenido complicaciones, emergencias obstétricas, e incluso muertes maternas y fetales, de haber contado con este dispositivo.

Antes de contar con este equipo en Malakal, algunos embarazos complicados podían terminar en tragedia. Una vez me enviaron a ver a una futura madre. Tenía un embarazo gemelar. Sin embargo, no lo supimos hasta después del parto. Tras dar a luz el primer hijo, salió la placenta, algo habitual en un parto normal. Aunque el útero de la nueva madre era más grande de lo normal, no esperábamos gemelos.

Algunas mujeres embarazadas padecen polihidramnios, un exceso de líquido amniótico que hace que el útero parezca más grande. Desgraciadamente, el segundo hijo falleció. Se trata de un suceso que siempre lamentaré profundamente. Si hubiéramos contado con un ecógrafo y formación para manejarlo en ese momento se podría haber evitado. Pero ahora uso de forma rutinaria el dispositivo de ecografía y este ha supuesto un punto de inflexión.

     MSF/Jean-Christophe Nougaret

La introducción de la ecografía en la maternidad ha mejorado significativamente la toma de decisiones. Tras recabar información del paciente, el historial y la exploración física, si necesitamos saber más, podemos obtener más datos y establecer un diagnóstico sin tener que recurrir a un médico.

Simplificando, podríamos comparar el impacto de la introducción de la ecografía con las pruebas de diagnóstico rápido empleadas para la malaria. Antes, necesitábamos muestras de sangre y un análisis bajo microscopio para determinar si un paciente padecía la enfermedad. Ese proceso podía llevar horas. Ahora los test rápidos para la malaria nos dan resultado en diez minutos.

En este momento, en Sudán del Sur nuestro trabajo es más crucial que nunca. El país más joven de África tiene una de las tasas de mortalidad infantil más altas del mundo, con 96 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, según datos de Naciones Unidas. Además, el conflicto ha interrumpido la atención sanitaria y la capacitación del personal médico. En mi caso, tuve la suerte de completar mi formación justo
antes de que estallara el conflicto.

MI TRABAJO ES MUY GRATIFICANTE

A pesar de los desafíos y la incertidumbre que tenemos por delante, puedo decir sin miedo a equivocarme que mi trabajo como partero es muy gratificante. No hay nada mejor que ver a una madre salir del hospital de Malakal con su hijo recién nacido.

      MSF/Jean-Christophe Nougaret

Incluso hay familias que han puesto a sus bebés varones "Steve" en reconocimiento a mi trabajo. Cuando ha sido niña, hay quienes le han llamado "Queen", en honor a mi madre.

Si alguna vez, andas por las calles de Malakal y te topas con un niño llamado Steve o una niña Queen, tal vez te acuerdes de esta historia.

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