ADÍS ABEBA, 20 Nov. (Reuters/EP) -
El Frente de Liberación del Pueblo Tigray (TPLF), uno de los partidos que conforman la coalición gobernante en Etiopía, ha acusado a las autoridades de detener a miembros de este grupo étnico en una campaña políticamente motivada, una acusación pública sin precedentes que pone de manifiesto las profundas divisiones en la elite gobernante.
La acusación refleja las crecientes tensiones entre los elementos del TLPF, un movimiento que ha dominado Etiopía durante décadas, y el nuevo primer ministro, el reformista Abiy Ahmed.
Al menos 79 oficiales de seguridad, altos cargos, empresarios y mujeres, muchos de ellos tigray, han sido detenidos en la última semana, en virtud de lo que el Gobierno ha dicho que era una campaña contra la corrupción y el maltrato de prisioneros.
Amnistía Internacional y otros grupos de defensa de los Derechos Humanos han dado la bienvenida a los arrestos, pero el presidente del TPLF, Debretsion Gebremichael, denunció el lunes que los arrestos ordenados bajo el "pretexto de la corrupción y los Derechos Humanos están siendo usados para atacar a los tigray".
La llegada de Abiy al poder, el primer jefe de Gobierno oromo, grupo étnico mayoritario en el país, ha transformado las antiguas jerarquías en el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), la coalición gobernante, que fue fundada por el TPLF y llegó al poder en 1991.
Poco después de que Abiy llegara al cargo en abril, llegó a un acuerdo de paz con el archienemigo Eritrea y comenzó a impulsar reformas para controlar al Ejército y los servicios de seguridad y limitar su implicación en la economía, cambios ambos que han sido bienvenidos en Occidente.
Debretsion no dijo quién pensaba que estaba detrás de los arrestos, que fueron anunciados por el fiscal general. "Hay una implicación exterior en el proceso. Por tanto, es inaceptable", sostuvo, sin dar más detalles.
El líder del TPLF mencionó el arresto la semana pasada de Kinfe Dagnew, un general tigray y antiguo presidente del conglomerado METEC dirigido por el Ejército. "Mientras que Kinfe era detenido pacíficamente, le esposaron. Esto es un ataque político", denunció.
"Aunque deberían haber ido detrás de un individuo, fueron detrás de un grupo étnico y un partido", añadió, en comentarios difundidos por la cadena Dimtsi Woyane TV.
Kinfe y otros de los detenidos han comparecido ante un tribunal pero aún no han sido imputados o han presentado ningún alegato. Por el momento no ha habido declaraciones suyas ni de los abogados que les representan.
