El líder de la oposición peruana propone reformar la Constitución para darle mayor participación a las comunidades indígenas
MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El líder de la izquierda peruana, Ollanta Humala, puso en duda la posibilidad de que el 'fujimorismo' retome el poder en Perú al rechazar las encuestas que dan como favorita a Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), para las elecciones generales de 2011, y aclaró que es "prematuro" hablar de sondeos cuando faltan dos años para los comicios.
A su juicio, lo que impedirá que el 'fujimorismo' regrese al poder es la desmotivación de los peruanos que ya están "cansados de la corrupción" que, según él, fomentó en su momento el ex mandatario cuando constituyó una "trenza" junto a su hija y a su ex asesor Vladimiro Montesinos. "Yo no creo que en Perú la corrupción de estas personas tenga opción", insistió.
Keiko Fujimori continúa liderando los sondeos con alrededor del 20 por ciento de las intenciones de voto, seguida del alcalde de Lima, Luis Castañeda, con un 18 por ciento, y de Humala con el 14 por ciento. El líder nacionalista peruano opina, sin embargo, que es "prematuro estar lanzando encuestas a dos años de una contienda electoral" y que estos datos "más bien reflejan otros intereses".
En una rueda de prensa realizada en la sede de Izquierda Unida en Madrid, Humala aseguró que "lo que está en juego" en los comicios de 2011 "es cómo impedir que un proyecto de cambio, como es el Partido Nacionalista, acceda el poder por la vía democrática", y consideró que su "principal adversario" estará en la segunda vuelta cuando le toque enfrentarse a los "representantes de la derecha tradicional", tal y como ocurrió en las elecciones de 2006 cuando perdió ante el actual presidente peruano, Alan García.
"Lo que se están jugando son los intereses económicos", afirmó al mencionar la influencia que tendrán los partidos de derecha, el poder de algunas de las grandes empresas y las compañías de comunicación en la campaña que tendrá como objetivo la "polarización del país".
Su visita a España estuvo orientada a estrechar lazos con los peruanos residentes en el país, así como "fortalecer las relaciones de partido a partido" con IU, siendo este uno de sus primeros viajes al exterior después de haber enfrentado durante tres años varios procesos penales tras haber sido acusado, entre otras cosas, de violación a los Derechos Humanos. "Pero he demostrado mi inocencia y he recobrado la libertad", acotó
NUEVA CONSTITUCIÓN
Así como lo hizo durante su primera campaña, Humala apostará por instalar una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la Carta Magna, pues aseguró que la actual normativa favorece más a la inversión extranjera que la nacional y excluye a las comunidades más "desfavorecidas", como las indígenas.
El coronel retirado de 46 años cree que el actual marco legal ha generado situaciones como las ocurridas recientemente en el Amazonía donde murieron más de 33 personas en enfrentamientos entre policías e indígenas que rechazan la presencia de multinacionales internacionales en la selva peruana.
"Hemos creado una Constitución monstruosa que no permite el desarrollo nacional", afirmó al criticar que la actual Constitución "pone una alfombra roja a la inversión extranjera mientras que a los inversionistas nacionales se le aplica todo el rigor de la ley".
Humala aclaró que "la actual Constitución 'fujimorista' hace que Perú renuncie a la propiedad de los recursos naturales" convirtiéndolo en el "único país que negocia con las multinacionales la explotación de recursos que ya no pertenecen al Estado peruano".
Por este motivo, es del criterio de que el Estado debe permitir a las comunidades indígenas "participar como socios" de las actividades de explotación de recursos en la selva amazónica "porque ellos son los que van a poner la tierra", para que así dejen de ser "gentes pasivos que ven como viene una empresa mete máquinas, saca lo que quiera sacar y se va".
Humala considera que ésta es una medida que podría acabar "con los 247 conflictos sociales que tiene Perú" y que han generado grandes protestas en los últimos meses, lideradas por nativos que han rechazado la entrega de miles de hectáreas a compañías extranjeras para que las utilicen sin que a los aborígenes se les de un beneficio.
Asimismo, el líder de la oposición peruana propone un nuevo marco jurídico en el que las multinacionales "respeten la identidad del país y respeten el concepto de la responsabilidad social", por lo que no descarta la posibilidad de "renegociar" y "revisar" algunos de los contratos que han sido firmados con algunas compañías. "No hay que tenerle miedo a la palabra renegociación, porque la idea no es un Estado que se enfrente a las multinacionales", aclaró.
REUNIÓN CON VARGAS LLOSA
Sobre la reunión que tuvo ayer con el escritor peruano Mario Vargas Llosa, Humala dijo que el objetivo era hablar sobre las críticas que éste había hecho a su proyecto político al referirse al nacionalismo como "una peste".
"Sentí la obligación moral de ir a hablar con él", confesó Humala al señalar que Vargas Llosa, "como persona inteligente, ha comprendido que él ha cometido un error al hacer ese tipo de críticas", aunque reconoció que el escritor "es una voz que tiene mucha importancia en Perú".
En el encuentro, el líder de izquierda le aclaró que el nacionalismo al que se refiere su partido "no tiene las mismas connotaciones del nacionalismo europeo", porque su objetivo es la "integración" no sólo de Perú sino también de todos los países de América Latina.
"Yo espero que a partir de esta conversación su actitud política frente al Partido Nacional cambie radicalmente y espero que en algún momento podamos tenerlo como militante", expresó durante de la rueda de prensa.
