MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha llevado a cabo este martes su quinto cambio de gabinete, después del varapalo sufrido por el Ejecutivo tras la aprobación de la ley que permite retirar hasta el 10 por ciento de los ahorros provisionales del sistema de pensiones privado del país con votos del oficialismo.
El principal cambio efectuado por Piñera, menos de dos meses después de realizar otros ajustes en el Ejecutivo, ha sido el del Ministerio del Interior, que hasta este martes lideraba Gonzalo Blumel.
A Blumel, que asumió el cargo hace nueve meses --en medio de las protestas que agitaron Chile desde octubre del año pasado--, le sustituirá Víctor Pérez, que hasta ahora se desempeñaba como senador y fue uno de los oficialistas que votaron en contra de la aprobación de la ley de las pensiones.
Por otra parte, el senador Andrés Allamand llega al Ministerio de Exteriores, lo que supone la salida de Teodoro Ribera, mientras que Mario Desbordes asume el Ministerio de Defensa en sustitución de Alberto Espina.
Claudio Alvarado sale de la Secretaría General de la Presidencia, que ahora encabezará Cristián Monckeberg, que abandona a su vez el Ministerio de Desarrollo Social. Otro cambio relevante, según informa Radio Cooperativa, es el de Karla Rubilar, que deja la portavocía del Gobierno y sustituirá a Monckeberg en Desarrollo Social.
Los cambios se producen después de que Chile Vamos, miembro de la coalición política oficialista y cuyos votos posibilitaron la aprobación de la norma en el Senado, pidieran modificaciones tras el estacazo sufrido por la aprobación de la nueva legislación y el veto presidencial a un proyecto de ley que impedía el corte de servicios básicos durante la pandemia de coronavirus.
El bloque, informa la prensa chilena, vive tensiones desde hace varias semanas. Cuando la reforma constitucional del retiro de los fondos de las pensiones comenzó a andar, el Gobierno informó a los partidos de la suspensión "hasta nuevo aviso" del comité político ampliado que realizaba todos los lunes en La Moneda con los presidentes y jefes de bancada. Todo ello, además, mientras el Ejecutivo de Piñera planeaba establecer un nuevo trato en su relación con el oficialismo.
