El PKK declara un alto el fuego unilateral en sus acciones terroristas

Actualizado: sábado, 30 septiembre 2006 18:40

ANKARA, 30 sep. (EUROPA PRESS)

El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) declaró un alto el fuego unilateral en su lucha por obtener la autonomía en el sureste de Turquía, según informaron los rebeldes en un comunicado. Precisamente, el líder del PKK, Abdulá Ocalan, había reclamado esta semana desde la cárcel que el movimiento armado anunciase un cese de las hostilidades.

El movimiento guerrillero argumentó que el alto el fuego empezará a regir a partir de mañana, domingo 1 de octubre, "con la esperanza de iniciar un proceso democrático para solucionar el problema kurdo", según la nota difundida por la agencia de noticias prokurda Firat en su página web. El PKK agregó que sus guerrilleros no utilizarán las armas a menos que sean atacados por el Ejército turco.

Sin embargo, todo apunta a que Turquía seguirá con sus operativos militares contra los rebeldes. Ankara ha ignorado todas las treguas anteriores declaradas por los rebeldes, y ha manifestado por activa y por pasiva que no negocia con terroristas. Los jefes militares han asegurado que combatirán hasta que todos los insurgentes estén muertos o se rindan.

El anuncio del cese de hostilidades tiene lugar tres días después de que Ocalan instara al PKK a declarar una nueva tregua, cuando los atentados del grupo contra civiles y turistas extranjeros han cosechado la condena de la comunidad internacional.

Un soldado turco murió hoy y otro resultó herido cuando pisaron una mina terrestre que habría sido colocada por el PKK en el sureste del país, explicó la agencia privada de noticias Dogan. El incidente ocurrió en la provincia de Hakkari, que limita con Irán e Irak.

El incremento de la violencia rebelde ha matado a más de una decena de soldados y policías durante las últimas semanas. Milicianos que estarían directamente relacionados con el PKK han atacado también poblaciones turísticas, matando a tres personas e hiriendo a más de 10. Desde que el PKK tomara las armas en 1984, más de 37.000 personas han perdido la vida en Turquía.