La Policía birmana examinó los móviles de los periodistas de Reuters sin contar con una orden judicial, según un testigo

Los periodistas de Reuters Wa Lone (izquierda) y Kyaw Soe Oo (derecha) posan par
REUTERS - Archivo
Actualizado: martes, 29 mayo 2018 3:07

RANGÚN, 29 May. (Reuters/EP) -

La Policía de Birmania examinó los teléfonos móviles de los dos periodistas de Reuters encarcelados en el país desde diciembre sin contar con una orden judicial para ello, según ha indicado ante un tribunal el agente Aung Kyaw San, un testigo de la Fiscalía birmana.

Aung ha explicado este lunes que los agentes no tenían una orden para inspeccionar los móviles dado que los periodistas habían sido acusados bajo la ley de Secretos Oficiales del país, lo que permite a la Policía iniciar las pesquisas y arrestos pertinentes sin contar con órdenes judiciales de forma previa.

Dicha afirmación ha sido cuestionada por el abogado de la defensa Khin Maung Zaw, que ha asegurado que antes de llevar a cabo ninguna operación contra los reporteros, Wa Lone, de 32 años, y Kyaw Soe Oo, de 28, los agentes se hicieron con la aprobación de un juez. "Esto no es aceptable", ha afirmado. "En cuanto a la obtención de las pruebas, se necesita una orden", ha destacado.

El juez Ye Lwin, que se encuentra al frente del caso, admitió la semana pasada como prueba varias copias impresas de documentos que Aung, experto en informática de la Policía, aseguró que fueron encontradas en los móviles de los periodistas.

Los documentos incluyen supuestas cartas y planes confidenciales para el desarrollo de una isla frente a la costa de Birmania con fines turísticos.

Los abogados de los periodistas han argumentado que los documentos no debían ser admitidos como prueba dado que no se podía comprobar quién tenía acceso a los teléfonos una vez realizados los arrestos, que tuvieron lugar el 12 de diciembre.

Los dos periodistas fueron detenidos cuando trabajaban en la elaboración de un reportaje de investigación que confirmó la ejecución de diez civiles rohingyas en una aldea del estado de Rajine llevada a cabo por militares y civiles budistas birmanos, en el marco de la ofensiva militar iniciada a finales de agosto tras una serie de ataques de milicianos rohingyas contra las fuerzas de seguridad.

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