La policía estadounidense detiene a un hombre que pretendía atentar contra una comisaría de Policía en Utah

Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 23:37

NUEVA YORK, 12 Jul. (Reuters/EP) -

John Huggins, un hombre de Utah de 47 años, ha sido detenido por estar relacionado con una trama que pretendía hacer volar por los aires una comisaría en Tremonton (Utah), matar a dos agentes de policía y destruir infraestructuras para, de esta manera, retrasar el acceso de los servicios de emergencia, según han informado este sábado las autoridades. Huggins creía que sus actos podrían ser el detonante de levantamientos contra el Gobierno de Estados Unidos.

Huggins ha sido acusado de posesión de un dispositivo destructivo no registrado que tenía relación con la trama, según ha informado este viernes la Oficina del Fiscal General de Estados Unidos.

Según los documentos depositados en la Corte Federal de Utah este viernes, Huggings creía que el plan, una vez llevado a cabo, podría desatar levantamientos antigubernamentales. "Huggins ha declarado que pensaba que esto podría provocar que la comunidad se levantase contra el Gobierno", según una declaración jurada presentada ante el tribunal de justicia.

El Departamento de Policía de Tremonton recibía el aviso sobre esta trama el pasado mes de febrero, por lo que comenzaron una investigación junto con el FBI, según ha informado el fiscal del caso. La investigación corroboró que Huggins planeaba poner una bomba en la comisaría y matar a dos policías. El acusado también planeaba poner dispositivos explosivos en puentes y otras infraestructuras para dificultar el acceso de los servicios de emergencia a la comisaría.

Según la fiscalía, un agente del FBI infiltrado en la trama consiguió discutir con Huggins la fabricación casera de los explosivos. Huggins desveló al agente que su plan era entrenar a gente para hacer explosivos por unos cuantos miles de dólares.

Huggings ya había fabricado anteriormente otros dispositivos que fueron detonados por una unidad antiexplosivos local. El acusado fue arrestado en un aparcamiento en el que había quedado con el agente infiltrado del FBI para enseñarle uno de los artefactos explosivos.

Huggins se enfrenta a una pena máxima de diez años en prisión y a una multa de 10.000 dólares, unos 7.348 euros. La investigación continúa abierta y podría enfrentarse a más cargos, según ha informado la portavoz de la oficina del Fiscal General de Estados unidos, Melodie Rydalch.

Rydalch ha explicado que Huggins permanecerá retenido por la policía hasta el martes, cuando se producirá una audiencia. Todavía no ha trascendido si en esta audiencia Huggins dispondrá de un abogado.

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