MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, ha declarado este sábado que el despliegue de una misión de cascos azules en el separatista este de Ucrania, supone para el Kremlin -- acusado de desestabilizar la región al apoyar a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk -- una prueba y una oportunidad de demostrar que busca la paz.
Un informe redactado por encargo de la consultoría política Rasmussen Global sugiere a la ONU plantearse el envío de una fuerza de paz de hasta 20.000 militares al este de Ucrania, incluyendo unos 5.000 efectivos desplegados en la frontera ucraniano-rusa y hasta 4.000 policías.
El experto Richard Gowan, autor del citado documento, opina que en la misión podrían participar los países no afiliados a la OTAN, como Bielorrusia, Kazajistán, Mongolia, Austria, Finlandia, Suecia, Argentina, Brasil y Chile, y aquellos que forman parte de la Alianza, por ejemplo, Portugal y Grecia.
"Una tarea importante para la restauración de la paz es el despliegue de una misión multinacional de mantenimiento de la paz bajo el mandato de la ONU en el territorio ocupado de (la región de) Donbás. De hecho, no existe en este momento otra vía más eficaz", ha publicado Poroshenko en su página de Facebook.
El mandatario ucraniano ha añadido que esa iniciativa "es un camino hacia la paz y una prueba de la autenticidad de las intenciones del Kremlin". "Si Moscú busca la paz, entonces es para ellos una oportunidad de demostrarlo al mundo entero", ha remachado.
Ucrania insiste en que la misión de paz se extienda hasta la frontera con Rusia. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha pronunciado a favor del envío de cascos azules a Ucrania, siempre y cuando se limiten a garantizar la seguridad de los observadores de la OSCE y no sean desplegados más allá de la línea que separa a las tropas ucranianas de las milicias de Donbás.
