Portugal.- Una empresa externa de Zara en Portugal utiliza mano de obra infantil, según un semanario portugués

Actualizado: sábado, 27 mayo 2006 18:46

LISBOA, 27 May. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -

Una empresa de la zona portuguesa de Felgueiras, en el norte del país, que trabaja para la multinacional española de Zara utiliza niños de entre 10 y 14 años para coser zapatos de la marca gallega, según denunció hoy el semanario luso 'Expresso'.

Por su parte, fuentes de la compañía consultadas por Europa Press recalcaron que Inditex está investigando el supuesto y que de confirmarse "sería gravísimo" por lo que se adoptarían medidas inmediatas frente al proveedor.

Según denuncia 'Expresso', los niños trabajan en sus casas acompañados por toda la familia y por cada zapato cosido a mano reciben 40 céntimos. El rotativo informó asimismo de que esta práctica de trabajo infantil es habitual en la zona norte de Portugal, especialmente entre Guimaraes y Celgueiras.

Por su parte, Zara advirtió de que el sistema de auditoría de la textil persigue cualquier supuesto contra su código de conducta, entre los que figura la explotación infantil. "Este es un caso gravísimo, tenemos un código de conducta muy rígido que prohíbe el trabajo infantil en nuestras empresas externas", indicó.

Gracias al número de serie inscrito en los zapatos fotografiados por 'Expresso' la multinacional española pudo identificar la fábrica que realiza estas prácticas en Felgueiras, aunque no quiso dar a conocer su nombre.

"Vamos a confirmarlo primero, pero, si es verdad, Inditex será implacable y esa fábrica dejará de trabajar para nuestro grupo", aseguró la empresa, que curiosamente el año pasado inspeccionó la fábrica y no detectó ninguna irregularidad.

Zara explicó que "sólo en el último año 400 empresas externas de varios puntos del globo dejaron de trabajar para nosotros por violar el código de conducta de Inditex sobre trabajo infantil, libertad de asociación, salud, seguridad y medio ambiente".

El calzado cosido a mano en las casas particulares procede de fábricas que lo transportan y distribuyen a través de intermediarios por diversas casas de la región de Vale Doave. "Al final del día, la misma furgoneta que los dejó va a recoger la obra cosida y a cambio entrega más zapatos para coser", explica al semanario José Guimaraes, dirigente del Sindicato del Calzado en Guimaraes.

La crisis textil de la zona obliga a muchas familias necesitadas a recurrir este tipo de trabajos que además son prácticamente imposibles de fiscalizar por realizarse en las propias casas particulares. "Las familias no tienen ninguna relación contractual con la empresa, que así se desresponsabiliza de ellas, se hace todo en la mayor de las ilegalidades", aseguró el dirigente sindical, que considera que el trabajo infantil sigue existiendo en esa zona del país. "El no fue erradicado del mapa. Lo que está es más camuflado, pero es una realidad que persiste".