LISBOA, 6 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Patricia Ferro) -
El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, afirmó hoy en Lisboa que el modelo español de inmigración es desde el punto de vista económico y laboral "un éxito", que atribuyó tanto a este Gobierno socialista como al presidido por José María Aznar, aunque matizó que con el modelo de integración todavía "hay dudas" y hay que esperar.
Marín participó en el Forum Gulbelkian sobre "Inmigración: ¿Oportunidad o amenaza?" hablando sobre el caso español. "No, rotundamente no es una amenaza", afirmó categórico el presidente de las Cortes españolas, que consideró que lo que está sucediendo actualmente en España "es lo normal, lo natural, lo que lógicamente tenía que pasar" porque, recordó, el país ha "pasado de ser un país pobre a ser uno rico".
Después de la II Guerra Mundial se produjo "el milagro alemán" y ahora se produce "el milagrito español", dijo Marín, que argumentó que si ahora vienen inmigrantes a España es porque hay trabajo.
"Hemos ajustado nuestra economía a una demanda de trabajo que no hay a nivel interno y tiene que venir de fuera", explicó y destacó que en España hay 4,1 millones de inmigrantes, algo con lo que España está "muy contento", afirmó Marín, recordando que esa cifra está dentro de la media europea.
La presencia de inmigrantes ha sido buena para España, "gracias a ellos por primera vez en la historia tenemos en la seguridad social un superávit de 17,988 millones de euros, lo que representa un 1,83% del PIB", por ello, indicó el presidente de las Cortes, sólo se puede afirmar, a su juicio, que "el modelo español desde el punto de vista laboral y económico es un éxito".
Respecto al modelo de integración, sin embargo, "todavía hay dudas" ya que, incidió, se ha "visto como algunos muy buenos, como el holandés, o el británico, han acabado por fallar".
Sin embargo Marín quiso alabar la actitud de los ciudadanos españoles y recordó que los acusados por los atentados del 11 de marzo en Madrid son prácticamente todos marroquíes y sin embargo los ciudadanos "demostraron que eran una sociedad adulta y abierta" porque supieron diferenciar, dijo, entre "los trabajadores marroquíes y los acusados". En opinión de Marín en España se han registrado incidentes de carácter racista pero "no hay ningún problema de identidad religiosa y cultural", aunque haya algún caso aislado y "algún extravagante".
Entre las numerosas cifras que proporcionó a los asistentes, Marín destacó el hecho de que el 14% de los matrimonios celebrados en España en 2006 tenían un miembro que era de otro país, lo que en su opinión implica que España se está "mestizando y eso es muy positivo" porque, con ello, destacó, se está "superando el problema de la civilización".
El presidente del Congreso hizo referencia al "duro, áspero, rudo, emotivo y emocional" tono actual del debate político en España y al papel que muchas veces representan los medios de comunicación con este asunto que presentan "con un dramatismo" que a veces olvida la verdadera realidad del problema.
En referencia a la llegada masiva de cayucos a las costas españolas, Marín dijo que "refleja el dramatismo de la situación y el grado de desesperación, pero no es una amenaza, es un problema que se ha resuelto con un esfuerzo razonable".
Marín recordó que la inmigración es una expresión de los últimos tiempos en los que vivimos en un mundo interconectado y que la gente se desplaza por problemas de pobreza y riqueza, por lo que, aseguró, "no se le puede impedir a nadie que quiera vivir como los otros viven", destacando que en los países desarrollados la esperanza de vida es mayor, al igual que el acceso a la educación.
