El presidente de Costa Rica pide a los funcionarios que pongan fin a su huelga y participen en un diálogo

Carlos Alvarado Quesada
REUTERS / JUAN CARLOS ULATE - Archivo
Actualizado: jueves, 13 septiembre 2018 19:20

SAN JOSÉ, 13 Sep. (Reuters/EP) -

El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha pedido a los trabajadores públicos que pongan fin a la huelga que mantienen desde el lunes para establecer un canal de diálogo.

Desde principios de semana, miles de empleados públicos participan en un paro indefinido en rechazo a una reforma tributaria que se discute en el Congreso y que consideran que afectará, en mayor medida, a las clases menos favorecidas y a los trabajadores estatales.

"El Gobierno de la República sigue abierto al diálogo, pero lo hará cuando cese la huelga e impere un clima de paz", dijo Alvarado a última hora del miércoles a través de sus redes sociales, en un mensaje acompañado por imágenes de la quema de un camión.

Decenas de miles de costarricenses marcharon el miércoles en San José, pero la manifestación se tornó violenta cuando un grupo, desacreditado más tarde por los huelguistas, intentó ingresar a la fuerza a los alrededores de la Asamblea Legislativa y se enfrentó con la policía.

Por la noche, desconocidos incendiaron un trailer y una torre de comunicaciones en Puerto Limón, una ciudad caribeña a unos 152 kilómetros al este de la capital. El martes, vándalos saquearon un supermercado en la misma ciudad y bloquearon la entrada a una planta refinadora de donde proviene el suministro de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de uso doméstico.

El jueves, entre otras actividades, los huelguistas han participado en una caravana en San José y un nutrido grupo de universitarios marchaba hacia la Casa Presidencial. Por la tarde, tenían pensado llegar a la sede del Congreso. Miembros de la fuerza pública y la policía de tránsito los escoltaban.

A pesar de que la huelga no ha golpeado gravemente los servicios de transporte ni comida, los hospitales públicos y los ministerios sufrían por la ausencia de personal, que se plegó a la huelga.

La reforma fiscal tiene como principal iniciativa la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento a un Impuesto al Valor Agregado (IVA), con la misma tasa, pero que aumentará la cantidad de productos y servicios gravados.

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