El presidente de Líbano critica ante la Asamblea General de la ONU la ineficacia del Consejo de Seguridad

Actualizado: jueves, 21 septiembre 2006 19:37


NUEVA YORK, 21 Sep. (EUROPA PRESS/Carlos López) -

El presidente de Líbano, Emile Lahud, manifestó hoy durante su intervención ante la 61 Asamblea General de la ONU su profunda decepción ante la labor realizada por el Consejo de Seguridad durante la crisis bélica que ha sufrido su país durante el pasado mes de julio y agosto.

Lahud subió al estrado para transmitir el estado de un país, Líbano, "terriblemente herido, un país devastado, sometido a una agresión bárbara y a una campaña de desmembramiento salvaje (...), destruyendo todo lo que hacía de Líbano un Estado viable, la sentencia consciente de Israel para destruir el país".

Para el presidente libanés, "esta agresión fue más cruel cuando contó con el apoyo de ciertas potencias y el Consejo de Seguridad fue incapaz de detener la masacre de inocentes y más de un mes en pedir un alto el fuego de todos para lograr una cese de hostilidades que no es definitivo y formal, lo que pone en entredicho la credibilidad de la ONU".

En vista de lo sucedido durante los pasados meses, Lahud manifestó sus dudas sobre la capacidad de la ONU pueda salvaguardar la paz, "al estar sometida su capacidad a la voluntad de unas pocas potencias mundiales" y afirmó que su presencia en la Asamblea General tiene como objetivo "advertir de los riesgos que conlleva el debilitamiento de los fundamentos de la ONU".

"A partir del 14 de agosto de este año se ha demostrado que Líbano respeta las resoluciones internacionales", señaló el líder libanés, mientras que Israel "viola" la resolución 1701, renunciando a la retirada de sus efectivos y "trata al pueblo de Líbano como rehenes" con su negativa "a entregar a la ONU el mapa de las miles de minas que ha dejado atrás", acusó Lahud.

Por esta razón, el líder libanés pidió a la comunidad internacional hacer respetar la resolución 1701, confiando en que ésta llegará hasta el final en las investigaciones abiertas sobre la forma en que se desarrolló la intervención israelí y se constatará la violación de derechos fundamentales y la propia carta de la ONU por parte de Israel "al utilizar armamento ilegal en sus ataques contra Líbano".

"Líbano se reserva el derecho de enjuiciar ante los órganos competentes para solicitar las reparaciones correspondientes por las catástrofes ocasionadas", aseguró, pidiendo diferenciar a aquellos que luchan por impedir la ocupación de su territorio de "aquellos que cometen actos de matanza contra sus nacionales".

PROBLEMA PALESTINO

"La paz global en Oriente Próximo, algo que Líbano propugna desde hace décadas, no podrá alcanzarse sin encarar la controversia árabe israelí y principalmente el contencioso sobre Palestina", resaltó Lahud. Por ello, se debe aprovechar la "oportunidad única" que representa la iniciativa de paz árabe adoptada en la cumbre de Beirut de 2002, "que sigue siendo el instrumento idóneo para lograr la paz ya que tan sólo se limita a pedir el cumplimiento de las resoluciones de la ONU, la retirada de los territorios ocupados y la liberación de los presos palestinos".

De esta manera, Israel logrará "un sentimiento de tranquilidad y seguridad", algo que no ha podido lograr con la violencia. "Se habla de un nuevo Oriente Próximo pero no se sabe si lo que se ve en Palestina e Irak es algo propicio para un entorno de paz y tranquilidad", si el objetivo de lograr la paz "es sólo posible a través del derramamiento de sangres y la opresión", anotó.

"La idea de paz de Líbano se basa en las resoluciones de la ONU y la justicia general con una garantía de los derechos de todos", manifestó el presidente. "Cualquier otra cosa someterá a la región a la violencia y el derramamiento de sangre", apostilló.

"Los valores fundamentales de un mundo democrático y justo son mejor defendidos fomentando los instrumentos y valores de la ONU, por lo que la institución debe ser el santuario de la consciencia del mundo y el defensor de la libertad, la justicia y la paz", añadió Lahud, quien concluyó proponiendo la creación de una comisión que redacte los derechos de una carta de naciones "a la altura de la carta de Derechos Humanos y que ponga a todos los estados un código de conducta basado en los principios de justicia y de Estado de Derecho".