Publicado: lunes, 1 enero 2018 7:10

WASHINGTON, 1 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos, John Roberts, ha avanzado este domingo que emprenderá una revisión del modo en que el poder judicial federal afronta casos de acoso sexual, después de la renuncia de un juez de apelaciones en medio de acusaciones de conducta sexual inapropiada.

En su informe anual, Roberts ha señalado que el poder judicial no es inmune a este tipo de incidentes de acoso sexual y abordarlo será uno de los desafíos del nuevo año. "La judicatura comenzará 2018 llevando a cabo una evaluación cuidadosa de si sus estándares de conducta y sus procedimientos para investigar y corregir conductas inapropiadas son adecuados para garantizar un lugar de trabajo ejemplar para cada juez y cada empleado de la corte", dice su informe.

En este sentido, afirma que ha pedido al director de la oficina administrativa del poder judicial federal que forme un grupo de trabajo para examinar las prácticas de los tribunales y recomendar los cambios necesarios a los códigos de conducta, la orientación del empleado sobre la denuncia de incidentes y sus propias reglas para investigar las denuncias.

"Estoy seguro de que la abrumadora mayoría no tolera el acoso y comparte la opinión de que las víctimas deben tener un acceso claro e inmediato a los recursos efectivos", señala su informe.

Las acusaciones de acoso y agresión sexual sistemáticos que surgieron contra el productor de cine Harvey Weinstein a principios de este año impulsaron a las mujeres a hablar sobre casos de acoso sexual que habían vivido en los medios, en el gobierno y en lugares de trabajo en todo el país, poniendo esta cuestión en el centro del debate.

A principios de este mes, el reputado juez federal de apelaciones con sede en San Francisco, Alex Kozinski, de 67 años, dejó su cargo vitalicio después de que más de una docena de mujeres le acusaran de conducta o comentarios sexuales inapropiados.

En una declaración anunciando su renuncia, Kozinski dijo que aunque sus amigos y familiares lo habían instado a permanecer y defenderse, no podía "ser un juez efectivo y al mismo tiempo luchar en esta batalla".

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