SANÁ, 5 May. (Reuters/EP) -
El presidente de Yemen, Abd Rabbu Mansur Hadi, se ha comprometido este sábado a derrotar a la insurgencia vinculada con Al Qaeda que amenaza el sur del país para permitir que millares de personas desplazadas puedan regresar a sus casas.
"La pelea con los terroristas de Al Qaeda no terminará hasta después de que cada distrito y pueblo sea liberado y las personas desplazadas regresen a la seguridad de sus hogares", dijo Hadi según citan medios estatales.
Los milicianos han extendido en los últimos meses su territorio en el sur de Yemen después de tomar el control de varias ciudades. Los combates han obligado a huir a millares de personas.
Hadi ha afirmado que su Gobierno va a luchar contra Al Qaeda y ha alentado a "los miembros de la organización terrorista a renunciar a sus armas y sus ideas que están en contradicción con el Islam".
Más de 250 personas han muerto desde que las fuerzas del Gobierno intensificaron la ofensiva contra los milicianos, a los que las autoridades acusaron de atacar a un campamento militar cerca de la ciudad de Lawdar, en el sur, el mes pasado.
Además, el presidente también se ha comprometido unificar el Ejército, dividido después de las protestas y manifestaciones del año pasado que terminaron con un acuerdo que puso fin a la presidencia de Alí Abdulá Salé.
"Reitero aquí que en virtud de mi autoridad y respaldado por la legitimidad popular de la Constitución y las leyes no voy a permitir que la división en las Fuerzas Armadas continúe", ha afirmado Hadi en un discurso que ha pronunciado en una ceremonia de graduación militar.
Hadi ha destituido a cerca de 20 altos mandos, entre ellos algunos de los familiares de Salé, en el marco del plan de transición, apoyado por Estados Unidos y los países del golfo Pérsico. La dimisión de uno de los sobrinos de Salé, anunciada el jueves por las autoridades, ha sido vista como un éxito de los esfuerzos de Hadi para reestructurar el Ejército, a pesar de que se ha enfrentado a una fuerte resistencia. Ahmed, hijo del expresidente, y Yahya, un sobrino, continúan en sus cargos al frente de importantes unidades militares.
La creciente insurgencia islamista en Yemen preocupa a Estados Unidos y Arabia Saudí ante la posibilidad de que Al Qaeda pudiera lograr un punto de apoyo cerca de las rutas de envío de petróleo a través del Mar Rojo.
