El presunto 'cerebro' del 11-S pide la pena de muerte en su primera comparecencia

Actualizado: jueves, 5 junio 2008 22:07




   BASE DE GUANTANAMO (CUBA), 6 Jun. (Reuters/EP) -  

   El hombre acusado de ser el 'cerebro' de los atentados del 11 de septiembre cantó una oración a Alá y pidió la pena de muerte para sí en su primera comparecencia ante el tribunal militar estadounidense en la base de Guantánamo. "Eso es lo que deseo, ser martirizado", dijo Jalid Sheikh Mohamed, el miembro más importante de Al Qaeda bajo custodia estadounidense, ante el tribunal de crímenes de guerra de Guantánamo, donde compareció junto a otros cuatro acusados de colaboración con cargos que podrían acabar en su ejecución.  

   Mientras el juez intentaba preguntar a Mohamed si estaba satisfecho con el abogado que el Ejército estadounidense le había asignado, éste se levantó y empezó a cantar en árabe, haciendo pausas para traducir sus propias palabras al inglés.

   "Mi protector es Alá", señaló, y añadió que su religión le prohíbe aceptar un abogado de Estados Unidos y que quiere actuar como su propia defensa.

   El paquistaní criticó a Estados Unidos por las guerras de Afganistán e Irak, a las que se refirió como una "guerra de cruzadas", y por promulgar leyes ilegales, como la autorización de los matrimonios homosexuales.

   El juez, el coronel de Infantería de Marina Ralph Kohlmann, intentó persuadir a Mohamed para que aceptara un abogado, y con este fin le dijo: "Es una mala idea para ti que te representes tú mismo".

   CARGOS

   Mohamed tenía aspecto de hombre mayor y corpulento, y llevaba una larga y tupida barba gris y grandes gafas negras. Vestía una túnica y un turbante blancos con pulcritud, en contraste con la camiseta desaliñada con la que apareció en las fotografías tomadas después de su captura en una operación en Pakistán en marzo de 2003.

   Mohamed y los demás acusados, Ali Abdul Aziz Ali, Ramzi Binalshibh, Mustafa Ahmed al Hawsawi y Walid bin Attash, se enfrentan a cargos de terrorismo y conspiración con Al Qaeda para asesinar a civiles en los ataques que suscitaron la guerra de la Administración Bush contra el terrorismo.

   También se enfrentan a 2.973 cargos de asesinato, uno por cada persona muerta el 11 de septiembre de 2001, cuando aviones de pasajeros secuestrados se estrellaron contra el World Trade Center, el Pentágono y un prado de Pennsylvania.  

   El año pasado, Mohamed dijo en un interrogatorio ante una comisión militar estadounidense que se había dirigido a Osama bin Laden con la propuesta de secuestrar aviones de pasajeros y estrellarlos contra edificios emblemáticos estadounidenses, después supervisó la ejecución de los planes "de la A a la Z", según la transcripción del Ejército.

   En la audiencia de hoy, Mohamed puso en duda esa transcripción: "Tradujeron mal mis palabras y pusieron muchas palabras en mi boca", dijo en inglés.

   ENTRENAMIENTO DE LOS SECUESTRADORES

   Los demás acusados han sido responsabilizados de colaborar en la selección, el entrenamiento y la financiación de 19 secuestradores, y gestionar su matriculación en escuelas de vuelo y viajes a Estados Unidos. Los cinco acusados comparecieron de buena gana ante el tribunal, según una portavoz.

   En la sesión de hoy estaba previsto que sus abogados hicieran una lectura formal de los cargos y solicitaran un aplazamiento para presentar los alegatos hasta que hayan tenido tiempo suficiente para prepararlos.

   Los fiscales quieren empezar el juicio el 15 de septiembre, una fecha que según la defensa ha sido escogida para influir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre.

   Los cinco sospechosos, que podrían ser ejecutados en el caso de ser declarados culpables, fueron transferidos a Guantánamo en septiembre de 2006 tras permanecer unos tres años detenidos en cárceles secretas de la CIA.

   La CIA ha reconocido que utilizó la técnica del 'waterboarding' (ahogamiento simulado) para interrogar a Mohamed, una práctica considerada como una forma de tortura por observadores de Derechos Humanos. Los abogados defensores han avanzado que desafiarán cualquier intento de aportar pruebas obtenidas mediante abusos.