La primera llamada de alerta por el hundimiento del 'Sewol' la hizo uno de los chicos que viajaban a bordo

Ferry hundido Sewol en Corea del Sur
REUTERS
Actualizado: martes, 22 abril 2014 15:46

SEÚL, 22 Abr. (Reuters/EP) -

La primera llamada de alerta informando del hundimiento del ferry 'Sewol' la semana pasada cerca de las costas surcoreanas la realizó un chico con la voz entrecortada, tres minutos después de que el barco realizara su desafortunado último viraje.

El chico llamó al número de emergencias 119 que le pasó con el departamento de bomberos, que dos minutos después le remitió a los guarda costas. Tras esa llamada hubo alrededor de otras 20 de niños que viajaban a bordo del ferry al número de emergencia, según ha indicado a Reuters un responsable de los bomberos.

El 'Sewol' se hundió el miércoles pasado mientras navegaba desde el puerto de Incheon a la isla de Jeju con 476 pasajeros y tripulantes a bordo, de los que 339 eran niños y sus profesores de un instituto. Solo 176 de las personas a bordo fueron rescatadas con vida, mientras que el balance de muertos supera ya el centenar.

El chico que hizo la primera llamada, de apellido Choi, figura entre los desaparecidos. Su voz era entrecortada y sonaba apremiante, ha relatado a la cadena MBC TV un responsable del servicio de bomberos, precisando que se tardó un poco en identificar el barco como el 'Sewol'.

"¡Salvadnos! Estamos en un barco y creo que se está hundiendo", fueron las palabras del chico, según informa la agencia surcoreana Yonhap. El responsable de bomberos le pidió que pasara el teléfono al capitán y el chico respondió: '¿se refiere al profesor?'". La pronunciación de las palabras capitán y profesor es similar en coreano.

El capitán del barco, Lee Joon Seok, de 69 años, y otros miembros de la tripulación han sido detenidos por negligencia, entre otros cargos. Lee también ha sido acusado de realizar "un cambio excesivo de trayectoria sin reducir" la velocidad.

Varios de los tripulantes, incluido el capitán, abandonaron el ferry mientras se estaba hundiendo, según han relatado los testigos, después de que se pidiera a los pasajeros que se quedaran en sus camarotes. La presidenta surcoreana, Park Geun Hye, consideró este lunes que esa instrucción equivalía a un "acto de asesinato".

Muchos de los niños no cuestionaron a los mayores, como es costumbre la jerárquica sociedad surcoreana, por lo que pagaron con sus vidas su obediencia al no tratar de huir.