Uno de los principales sospechosos del asesinato del periodista Jashogi no está compareciendo en el juicio

Protesta por la desaparición del periodista Yamal Jashogi
REUTERS / OSMAN ORSAL - Archivo
Publicado: domingo, 24 marzo 2019 13:10

LONDRES, 24 Mar. (Reuters/EP) -

Saud al Qahtani, un príncipe de la familia real saudí que fue destituido de su cargo como consecuencia del escándalo del asesinato del periodista Yamal Jashogi en el Consulado saudí en Estambul a manos de agentes saudíes, no ha comparecido en ninguna de las sesiones del juicio abierto al respecto en Arabia Saudí.

En noviembre se presentaron cargos formales contra once personas que no fueron identificadas y que estarían siendo juzgadas en un proceso secreto en Riad por delitos que podrían suponer la pena de muerte para cinco de ellos. Sin embargo, varias fuentes conocedoras del proceso han confirmado que Al Qahtani aún no se ha presentado en ninguna de las cuatro sesiones del proceso celebradas hasta la fecha.

Diplomáticos estadounidenses, británicos, franceses, rusos, chinos y turcos han sido autorizados para asistir a las vistas y son avisados con un estrecho margen de tiempo para que se desplacen al lugar donde se celebra el juicio, en el que además no tienen acceso a intérpretes.

Al Qahtani era uno de los principales colaboradores del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, a quien la CIA estadounidense y otros países consideran responsable de ordenar el asesinato del periodista, crítico con la monarquía absoluta saudí. Además de ser destituido, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos le ha impuesto sanciones.

Dos fuentes de los servicios secretos de la región aseguraron a Reuters que Al Qahtani fue quien supervisó el asesinato y desmembramiento del periodista dando órdenes a través de Skype a un equipo de agentes de los servicios secretos y de las fuerzas de seguridad saudíes desplazados a Estambul.

En noviembre la Fiscalía saudí acusó a Al Qahtani de haber coordinado la operación con el 'número dos' de los servicios secretos, Ahmed al Asiri, quien ordenó la repatriación de Jashogi. En concreto considera que se reunió con los autores materiales del asesinato antes de que viajaran a Estambul. Los agentes tenían orden de llevarle a Arabia Saudí, pero como se resistió, el jefe del equipo decidió matarle.

Al Asiri sí que se encuentra entre los acusados, según las siete fuentes consultadas por Reuters. Tres de ellas apuntan a que también están el jefe del equipo que perpetró el asesinato, Maher Mutreb, al igual que Salá al Tubaigi, un forense especializado en autopsias. Ambos podrían ser condenados a muerte.

Según las fuentes, los acusados, que tienen asesoramiento legal, han alegado que no pretendían matar a Jashogi y que simplemente cumplían órdenes.

Tampoco está claro con qué pruebas está trabajando el tribunal, ya que no ha aparecido ningún resto de Jashogi y Riad asegura que Turquía no ha realizado ninguna petición con respecto a posibles pruebas. Sin embargo, Ankara asegura que tiene grabaciones del asesinato en las que Al Qahtani aparecería fehacientemente y demostrarían su implicación.

Turquía sostiene que ha compartido toda la información necesaria con Arabia Saudí, pero reprocha que la cooperación no ha sido recíproca. Turquía quiere que Riad colabore revelando el paradero de los restos de Jashogi y los nombres de los saudíes que están siendo juzgados en Riad.

Tres de las fuentes han indicado que en al menos una de las vistas han participado representantes de la familia Jashogi y que han pedido a la Fiscalía información sobre el proceso para encausar a Al Qahtani.

Sin embargo, fuentes occidentales, árabes y saudíes han asegurado que Al Qahtani continúa teniendo una amplia influencia en el círculo más cercano a Bin Salmán.

EL ASESINATO DE JASHOGI

Jashogi, un periodista crítico con el régimen saudí que vivía fuera del país y que escribía para el diario 'The Washington Post', fue asesinado el 2 de octubre de 2018 en el interior del Consulado de Arabia Saudí en Estambul, donde había acudido para hacer los trámites para poder casarse con su prometida.

Tras varias declaraciones contradictorias sobre lo que le sucedió a Jashogi, el régimen saudí reconoció que fue asesinado dentro de la legación diplomática por funcionarios que terminaron desmembrando su cuerpo.

Arabia Saudí ha afrontado una intensa presión internacional por el asesinato de Jashogi, también por parte de Estados Unidos, su principal aliado, cuyo Senado ha aprobado una resolución que culpa directamente al príncipe por el crimen.

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