Un Prisionero de Guantánamo acuerda ayudar a procesar a sospechosos de terrorismo

Actualizado: miércoles, 29 febrero 2012 22:28


BASE NAVAL DE GUANTÁNAMO (CUBA), 29 Feb. (Reuters/EP) -

Un antiguo "prisionero fantasma" de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), nacido en Pakistán y criado en Baltimore, ha admitido este miércoles, ante un tribunal de crímenes de guerra en Guantánamo, que pertenecía a la red Al Qaeda, y se declaró culpable de los cinco cargos en su contra, incluyendo asesinato, al tiempo que acordó colaborar para que procesen a otros sospechosos de terrorismo.

Después de casi nueve años bajo custodia de Estados Unidos, Majid Jan apareció en público por primera vez en una sala de alta seguridad de la base naval norteamericana en Cuba. Allí admitió su reponsabilidad, como parte de un acuerdo que lo salva de una potencial cadena perpetua, a cambio de ayudar a enjuiciar a otros prisioneros.

Jan, de 32 años de edad, también se declaró culpable de tentativa de homicidio, de conspirar con Al Qaeda, proporcionar material de apoyo al terrorismo y espiar en Estados Unidos contra objetivos paquistaníes.

Se enfrenta a 25 años de prisión, pero puede cumplir mucho menos tiempo si le va bien en un acuerdo que no ha sido divulgado para proteger a su familia. La sentencia se aplazó hasta el año 2016.

EL PRISIONERO

Jan se mudó a Maryland con su familia en 1996 y se graduó en un instituto de un suburbio de Baltimore. Conoció al autoproclamado autor del ataque del 11 de septiembre, Jalid Sheij Mohamed, durante un viaje a Pakistán en 2002 y se convirtió en su acólito.

Bajo la instrucción de Mohamed, Jan pasó una prueba diseñada para demostrar su voluntad de convertirse en un terrorista suicida de Al Qaeda. Se puso un chaleco bomba falso con la intención de hacerlo estallar en una mezquita de Karachi, donde supuestamente se presentaría el entonces presidente de Pakistán, Pervez Musharraf.

También entregó 50.000 dólares en efectivo de Al Qaeda para el grupo que condujo un camión bomba al Hotel JW Marriott en Yakarta, Indonesia, en 2003, donde murieron ocho personas y decenas resultaron heridas.

La Policía paquistaní arrestó a Jan, quien tiene una esposa y una hija que nunca ha visto, en casa de su hermano en marzo de 2003 y lo entregó a la CIA.

Su familia no supo qué había pasado con él hasta que tres años y medio después, el entonces presidente estadounidense George W. Bush anunció el cierre de las cárceles secretas y el envío de Jan y de más de una docena de "prisioneros fantasma" de la Agencia Central de Inteligencia a Guantánamo.

Jan es el séptimo recluso condenado en los tribunales de Guantánamo diseñados para procesar a ciudadanos no estadounidenses acusados de terrorismo, fuera de las cortes ordinarias civiles y militares. Es el quinto que se declara culpable a cambio de indulgencia.

Cuatro de esas declaraciones de culpabilidad se han producido bajo la administración del presidente Barack Obama, cuyos intentos de cerrar el campo de detención de Guantánamo y trasladar los juicios a los tribunales civiles federales se han visto frustrados por el Congreso.