MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Al menos dos personas han muerto durante la represión de las protestas que se registraron este jueves en Cotonou, la capital de Benín, contra las elecciones parlamentarias celebradas el domingo, en las que no pudo participar la oposición, según ha informado la emisora Radio France International.
Según este medio, el Ejército y la Policía cargaron en dos ocasiones este jueves contra los cientos de manifestantes opositores que salieron a las calles en el barrio de Cadjéhoun, donde se encuentra la residencia del expresidente Boni Yayi.
Al menos dos personas han muerto y otras dos han resultado heridas durante la intervención del Ejército, que acudió en refuerzo de la Policía, según la emisora francesa, que ha precisado que también habría al menos 20 detenidos. El abogado del expresidente ha acusado al Ejército de "disparar contra la multitud", mientras que el Gobierno no se ha pronunciado por ahora sobre lo sucedido.
La calma ha vuelto durante la noche a este barrio de la capital, en el que ya no hay presencia de manifestantes pero sí del Ejército, que se ha hecho con el control y está patrullando la zona. Ya el miércoles se habían producido protestas en Cotonou y partidarios de Boni Yayi habían instalado barricadas en torno a la residencia del expresidente, rodeada por la Policía.
El país celebró elecciones parlamentarias el domingo con una tasa de abstención récord, ya que la participación se situó por debajo del 23 por ciento. En los comicios solo participaron dos partidos próximos al actual presidente, Patrice Talon, ya que las listas de la oposición habían quedado invalidadas debido a las duras condiciones estipuladas en el nuevo Código Electoral. Así las cosas, según informa Reuters, el Tribunal Constitucional validó a última hora del jueves el resultado.
Talon y Boni Yayi mantienen una tensa relación. En 2012, el entonces presidente acusó a Talon, un magnate del algodón, de intentar que le envenenaran, pero el empresario negó las acusaciones. En 2016, Talon se impuso al sucesor preferido por Boni Yayi en las elecciones, ante la imposibilidad de este de optar a un nuevo mandato tras 10 años en el poder.
