Campo de refugiados de Moria (Grecia)
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Actualizado: domingo, 28 enero 2018 8:52

Lo único positivo del campo de Moria es que quienes intentan suicidarse no encuentran la privacidad para hacerlo

MORIA (GRECIA), 28 Ene. (Por Monika Gattinger, psicóloga y psicoterapeuta de MSF) -

He estado en muchos destinos ofreciendo servicios de salud mental a personas en todo el mundo. En Sierra Leona, después del ébola, trabajé con supervivientes y aquellos que habían perdido a sus personas más cercanas por el mortífero virus. La gente estaba afectada por lo que había ocurrido, pero eran resilientes. Vecinos y familias se cuidaban entre sí. Habían perdido a familiares, amigos y a menudo sus hogares, pero no habían perdido sus estructuras sociales, lo que significaba que podían afrontar sus traumas.

En Líbano, traté a pacientes que habían experimentado y escapado los horrores del conflicto sirio. El campo de refugiados en el que vivían era muy básico; apenas había electricidad o agua decente, pero había una estructura. No parecía una cárcel y la gente tenía sus necesidades cubiertas.

A principios de 2017 Mosul era realmente terrible, hasta ahora era el peor sitio en el que había estado. La gente que conocí había huido para salvar sus vidas de Estado Islámico y de la batalla para recuperar la ciudad. Estaban traumatizados por lo que habían visto y experimentado. Pero cuando llegaron al centro de trauma de MSF se sentían a salvo. Estaban contentos; habían sobrevivido y ya no temían por sus vidas, lo que significaba que respondían bien al apoyo psicológico.

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La gente realmente no necesita mucho para normalizar y encontrar estabilidad. Si se sienten a salvo y pueden comenzar a organizarse y a organizar actividades, entonces pueden hacerle frente y comenzar a reconstruir sus vidas, incluso si es un campamento. Pero la base que la gente necesita para hacer eso está completamente ausente en Moria, un campo de refugiados en Grecia.

Moria es el caos. La antigua base militar en la isla griega de Lesbos fue construida para albergar temporalmente a aproximadamente 2.000 personas en 2015 pero ahora alberga a cerca de 7.000 personas amontonadas entre sus vallas de alambre de espino; vallas que uno esperaría ver rodeando una prisión de alta seguridad. La población es predominantemente siria e iraquí y dos tercios de sus habitantes son mujeres y niños.

Existe un sentimiento entre las personas atrapadas allí de que uno tiene que luchar por muchas cosas para sobrevivir: agua potable, cobijo decente, ropa cálida. La gente se sentía más segura fuera de Mosul que lo que se sienten aquí; las vallas, la Policía, la ansiedad de no saber qué será lo próximo que les pase, es demasiado. Hombres, mujeres y niños viven con miedo cada día de ser agredidos sexualmente, expuestos a violencia, o a ser deportados. El acceso a ayuda legal es escaso y el único lugar en el que la gente puede recibir apoyo psicosocial es nuestra clínica de salud mental a 3 kilómetros de distancia.

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"NUNCA HABÍA VISTO NADA TAN MALO COMO ESTO"

A decir verdad, nunca había visto nada tan malo como esto. Los 'casos amarillos', como víctimas de violaciones antiguas que experimentan un trauma por el ataque, serían una prioridad en Austria, mi país. Pero aquí, la lista de espera es tan larga y las necesidades son tan grandes que estas personas apenas tienen opciones de recibir tratamiento psicológico ya que el número de 'casos rojos' --víctimas de tortura, víctimas recientes de violencia sexual, y aquellos en riesgo de suicidio o autolesiones-- es demasiado alto.

La gente que consigue llegar a Moria en muchos casos ha escapado a un sufrimiento inenarrable y ha sobrevivido a un largo y peligroso viaje para llegar allí. Llegan llenos de esperanzas al encontrarse finalmente en Europa. Entonces se encuentran atrapados en un campo superpoblado donde las condiciones de vida son inhumanas y sin ninguna claridad sobre lo que les ocurrirá o si lo abandonarán alguna vez.

Lo que hace todo esto más duro para mí es que toda esta situación es prevenible. Moria ha sido intencionadamente olvidado por los gobiernos europeos con la esperanza de que actuará como elemento disuasor a otros que barajan hacer el viaje hacia Europa. Pero ha fracasado en esta intención. No ha frenado a las 100 personas que, en base a cifras de noviembre, llegan a las islas cada día. Europa ha subestimado seriamente lo desesperadas que están las personas.

Quizá el único aspecto positivo de Moria, si me veo obligada a encontrar uno, es que debido a que está tan superpoblado, aquellos que intentan suicidarse no tienen espacio o privacidad para hacerlo. La gente se ve detenida antes de hacerse daño por otros que pasan por ahí o por aquellos que duermen a su lado. Por ejemplo, había un joven sirio que intentó ahorcarse fuera del contenedor en el que duerme. Fue llevado a la clínica de salud mental de MSF por un anciano somalí que le detuvo. Ahora acuden a todas sus citas juntos y éste se asegura de que el joven sirio se toma sus medicinas.

También está este otro hombre de Siria, Hassan, que perdió a sus hijos en la guerra. Comparte una tienda de campaña con un hombre más joven de Irak con problemas de salud mental que estaba tan perdido en el campo que nunca sabía realmente dónde estaba. Nuestro equipo preguntó a Hassan si se aseguraría de que el joven tomara su medicación. Ahora, viene cada semana a recoger las medicinas para él. Hassan, que ha sufrido tanto, ahora cuida de él como de un hijo y en realidad, nosotros confiamos en él.

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SE LES TRATA COMO CRIMINALES POR QUERER ESTAR A SALVO

Este es el tipo de humanidad que me da una pequeña esperanza para las personas aquí que han sido abandonadas por Europa, tratadas como criminales por no haber hecho otra cosa que querer estar a salvo.

Pero esta humanidad solo puede llegar hasta ahí, igual que el apoyo que nosotros ofrecemos. No es una solución permanente y, de hecho, la única cosa que puede aliviar las terribles condiciones dentro del campo es que las personas sean trasladadas fuera de la isla y al continente en Europa.

En estos momentos, las terribles condiciones están exacerbando los problemas de salud de la gente y los niveles de estrés. La falta de estabilidad, calma, rutina y un tratamiento adecuado mantiene a la gente en un estado constante de ansiedad. Hasta que este ciclo termine, la gente seguirá estando rota por las crueles tácticas disuasorias de Europa.

(Este artículo fue publicado originalmente en inglés aquí)

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