Putin manifiesta a Merkel su "más seria preocupación" por los sucesos de Estonia

Actualizado: sábado, 28 abril 2007 19:24


MOSCÚ, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó hoy su "más seria preocupación" por los últimos sucesos registrados en Tallin, la capital de Estonia, relacionados con la decisión del Gobierno de retirar un monumento conmemorativo que recuerda a los soldados soviéticos caídos durante la II Guerra Mundial. Putin trasladó esta preocupación a la canciller alemana, Angela Merkel, con la que se reunió hoy, según informó el Kremlin.

Merkel, que ostenta la presidencia semestral rotatoria de la UE, y su colega ruso hablaron sobre "la situación de crisis que vive Estonia", según Moscú. "Putin mostró su más seria preocupación sobre el dramático desarrollo de los acontecimientos registrados en Tallin tras las decisiones adoptadas por las autoridades estonias sobre el desmantelamiento del monumento", afirmó el Kremlin.

Ayer se registró la segunda jornada de disturbios y actos vandálicos. La noche se saldó con 66 personas heridas, entre ellas seis agentes de policía. Más de 500 personas, en su mayoría adolescentes, fueron detenidas durante la noche mientras grupos de vándalos recorrieron las calles del centro de Tallin rompiendo escaparates y saqueando tiendas, según la portavoz de la Policía, Julia Garanza.

Los disturbios han venido motivadas por la decisión del Gobierno de retirar la estatua conocida como 'El soldado de bronce' y exhumar a trece soldados soviéticos enterrados junto a ella en el centro de la capital. Los rusos que residen en Estonia --menos de un tercio de sus 1,3 millones de habitantes-- consideran el monumento como un santuario a los soldados del Ejército Rojo que murieron luchando contra los nazis, pero los estonios lo ven como un recuerdo del medio siglo de gobierno soviético.

En la primera noche de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, el jueves, una persona murió y otras 56 resultaron heridas, entre ellas doce agentes. Los disturbios son los peores que vive el país desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991 y han suscitado preocupación en la Unión Europea, de la que Estonia es miembro desde 2004.