El presidente de Sudáfrica promete que "no va a tolerar" la corrupción y luchar contra "tendencias desviadas" en el ANC

Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica
REUTERS / POOL NEW - Archivo
Publicado: lunes, 13 mayo 2019 13:02

MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, ha prometido que "no va a tolerar" la corrupción en la nueva Administración y ha recalcado que luchará contra las "tendencias desviadas" en el gubernamental Congreso Nacional Africano (ANC).

En un discurso pronunciado tras la victoria de su partido en las parlamentarias celebradas la semana pasada en el país africano, el mandatario ha resaltado que el ANC "hará lo que la gente quiere que haga".

"Ahora tenemos un mandato claro y podemos decir que vamos a hacer lo que nuestro pueblo quiere que hagamos. Vamos a hacer lo que la gente desea. Ahora está claro", ha dicho, en sus primeras declaraciones tras el anuncio de los resultados definitivos.

El ANC se impuso con un 57,5 por ciento de apoyo, lo que supone una mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, este porcentaje se sitúa por debajo del 60 por ciento por primera vez desde el fin del régimen racista del Apartheid, en 1994.

El segundo partido en votos ha sido la Alianza Democrática (AD), que ha obtenido el 20,77 por ciento de los sufragios, y los Luchadores por la Libertad Económica (EFF), con un 10,78 por ciento.

El ANC se ha impuesto además en ocho de las nueve provincias del país. La provincia restante, Cabo Occidental, queda en manos de AD, que se hizo con la victoria en 2009 y ha mantenido su dominio desde entonces.

Ramaphosa ha prometido además que va a nombrar para los puestos de responsabilidad "a hombres y mujeres que se han dedicado a trabajar a favor de los intereses de la población", según ha recogido el diario local 'News24'.

Así, ha recalcado que el nuevo Gobierno estará integrado por "hombres y mujeres capaces, con gran energía, visionarios" y que serán descartados "todos aquellos que no sepan dónde están o a dónde van".

"Vamos a hacer las cosas de forma diferente", ha señalado, antes de afirmar que "se pueden esperar grandes cosas". "Nuestro glorioso movimiento nos va a liderar en este nuevo amanecer", ha zanjado.

El ANC ha visto dañada su imagen por los numerosos escándalos de corrupción que sacudieron a su predecesor, Jacob Zuma, y otros altos cargos, así como por el empeoramiento de la economía del país.

El partido ya sufrió un importante varapalo en las municipales de 2016, donde recabó únicamente el 54 por ciento de los votos y perdió el control de la capital, Pretoria, y de Johannesburgo.

FOCO EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN

El propio Ramaphosa reconoció antes de depositar su voto que el país ha sido escenario de una "corrupción rampante" y admitió "errores", al tiempo que expresó sus "disculpas" por los mismos. "Pedimos a nuestro pueblo que vuelva a invertir su confianza en nosotros", recalcó.

La situación llegó a ser tan alarmante durante el mandato de Zuma que la que fuera Defensora del Pueblo, Thuli Madonsela, publicó un informe en 2016 titulado 'La Captura del Estado', en el que desveló numerosas situaciones en las que Zuma y miembros de su Ejecutivo actuaron de forma cuestionable, con frecuencia para beneficiar a la familia Gupta.

Los críticos habían denunciado en numerosas ocasiones el peso de los Gupta --una acaudalada familia de empresarios de origen indio con intereses en la minería y los medios de comunicación-- en el Gobierno, y desde la caída del expresidente se han abierto investigaciones contra personas de su círculo.

Uno de los puntos centrales de las campañas electorales han sido los indicadores económicos, que han continuado cayendo a pesar de los esfuerzos de Ramaphosa, y el país cuenta en la actualidad con los mayores niveles de desigualdad, según datos del Banco Mundial, lo que se suma a una elevada tasa de criminalidad.

De hecho, el paro ha aumentado entre 1994 y 2018, siendo los negros los más afectados --con más de un 30 por ciento de desempleo--, mientras que el mercado laboral es además favorable a los hombres, independientemente de su raza.

La situación ha empeorado además desde 2010, según las estadísticas oficiales, y la renta per cápita ha caído desde entonces, con millones de personas viviendo aún en asentamientos informales, en muchos casos con casas fabricadas con madera, cartón u otros materiales de desecho.

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