Raúl pone fin a la era de los Castro en Cuba

El presidente de Cuba, Raúl Castro
REUTERS / CLAUDIA DAUT
Actualizado: miércoles, 18 abril 2018 19:07

Miguel Díaz Canel, un civil que no vivió la Revolución, suena como potencial sucesor

MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -

Raúl Castro se despide este miércoles de la Presidencia. Cuba pasa página a 60 años de Revolución y se adentra en un nuevo capítulo de su historia que, previsiblemente, corresponderá escribir a la segunda generación del Partido Comunista Cubano (PCC) sin que nadie sepa qué le depara el futuro a la isla caribeña.

La transición política empezó en realidad el pasado 26 de noviembre, cuando seis millones de cubanos acudieron a las urnas para elegir entre miles de personas a quienes de esta forma adquirirían el estatus oficial de candidato a las Asambleas Municipales, cuyos miembros quedaron al arbitrio de una comisión de selección controlada por el oficialismo.

Los integrantes de las Asambleas Municipales ejercieron a su vez de filtro y designaron a los aspirantes a las Asambleas Provinciales y a la Asamblea Nacional, de entre quienes, una vez decantados por las correspondientes comisiones de selección, salieron sus diputados en una nueva jornada de votación que tuvo lugar el 11 de marzo.

Este largo y complejo proceso electoral, que se construye como un castillo de naipes, entrará en su recta final este 18 de abril a las 9.00 (hora local) en el Palacio de Convenciones de La Habana, la primera de dos jornadas durante las cuales los 605 diputados de la Asamblea Nacional tomarán posesión de sus escaños.

Esta sesión ha sido calificada de "trascendental" por la prensa oficial porque la primera tarea de los nuevos diputados será renovar el Consejo de Estado, el órgano que ostenta el Poder Ejecutivo en Cuba, formado por un presidente, que ejerce de jefe de Estado y de Gobierno, un primer vicepresidente, cinco vicepresidentes, un secretario y otros 23 miembros.

Este ritual, que otras veces ha pasado inadvertido, reviste en esta ocasión una importancia histórica porque Raúl Castro, actual presidente del Consejo de Estado, cederá el testigo tras agotar dos mandatos consecutivos de cinco años cada uno, tal y como prometió en 2013, ante la sorpresa de los propios cubanos y la comunidad internacional.

Castro, de 87 años, argumentó entonces que "es aconsejable establecer edades máximas para ocupar esas responsabilidades" porque cuando se alargan las estancias en el poder "los resultados nunca son positivos". "No voy a llegar a tatarabuelo (...) Se van a aburrir los cubanos de mí", dijo.

"SIN PRISA PERO SIN PAUSA"

Estos diez años de Gobierno se han caracterizado por un ímpetu reformista al que, pese a su convicción revolucionaria, se vio forzado por la pérdida del socio venezolano y la consecuente agudización de una crisis económica que el país no ha conseguido remontar desde la caída de la Unión Soviética.

Raúl alumbró en 2011 una receta anticrisis en la que por primera vez desde 1959 se suavizaba el control estatal de la economía con la introducción de elementos capitalistas. Los cubanos ya podían comprar y vender casas y coches, y montar sus negocios como 'cuentapropistas', sobre todo restaurantes y pequeños albergues para el turista.

También dio acceso a Internet, aunque limitado, porque solo hay conexión en algunos lugares, como plazas, y a un coste de un dólar por hora, cuando el salario medio en el sector público, que copa el 90 por ciento de la economía, es de unos 20 dólares. Además, "sigue estando muy vigilado", apunta la socióloga cubana Marlene Azor a Europa Press.

Estos tímidos avances volvieron a colocar a Cuba en la esfera internacional. Con Barack Obama inició un diálogo --impensable durante la etapa de Fidel-- que se tradujo en la normalización de las relaciones bilaterales y en una relajación del bloqueo. Selló un acuerdo comercial y político con la UE. Y recuperó la influencia en la región mediando para la paz en Colombia.

Raúl persiguió una transformación del arcaico sistema revolucionario para que la esencia comunista pudiera sobrevivir al menos en el plano político. "Mirando a China y Vietnam como modelos pero seguramente con las características propias de Cuba", explica a Europa Press Anna Ayuso, analista para América Latina del 'think tank' español CIDOB.

Lo intentó "sin prisa pero sin pausa", según sus propias palabras, para evitar el 'shock' que esta leve apertura al mundo en términos económicos y sociales supondría para el núcleo duro del PCC y los todopoderosos militares. No lo consiguió. "Ha habido una actitud defensiva" de estos sectores que ha paralizado los cambios, indica Azor.

HORIZONTE 2021

Raúl deja el sillón presidencial con la tarea incompleta y dos grandes asignaturas pendientes: la reforma de la Constitución soviética de 1976, que, según el diario oficial 'Granma', "debía reflejar las principales transformaciones", y la unificación monetaria, una "enorme distorsión económica" que el Gobierno ha postergado por los efectos sociales, señala Ayuso.

"Aquí nada ha cambiado porque los Derechos Humanos siguen sin respetarse", denuncia, por su parte, la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler. La opositora asegura que "la represión se ha recrudecido" y como prueba esgrime que hay un operativo de seguridad para que en esta semana clave "nadie levante la voz".

La partida de Raúl --y con él de los Castro-- ha suscitado la esperanza entre muchos cubanos de que estos cambios puedan completarse a medio o largo plazo porque cederá el control a la segunda generación del PCC, hombres de entre 40 y 50 años que no vivieron la Revolución en primera persona.

El nombre que suena con más fuerza es el del actual primer vicepresidente, Miguel Díaz Canel, del que poco o nada se sabe. Es un civil muy vinculado al PCC que tras votar el 26 de noviembre declaró: "Yo no concibo las rupturas en nuestro país. Creo que ante todo tiene que haber continuidad".

Azor recuerda además que "los jefes de los ejércitos central, oriental y occidental, el ministro de las Fuerzas Armadas y los históricos que quedan vivos son quienes realmente tienen el poder en Cuba (...) Cualquier cambio debe pasar por ellos y no parecen estar por la labor".

"No olvidemos tampoco que Raúl seguirá como primer secretario del PCC hasta 2021", cuando culminará el traspaso de poder, apostilla la 'dama de blanco'. "En este país quien manda es el partido y va a seguir mandando. Va a pasar como con Fidel, va a gobernar en la sombra", sostiene.

La analista española augura que "es posible que haya cambios pero desde luego no habrá grandes reformas" por el miedo de la vieja guardia a perder el control. "No podemos esperar un Mijail Gorbachov en los próximos cinco años", coincide la socióloga cubana.

Para Soler, cabeza del grupo de mujeres que peleó por la liberación de sus maridos e hijos apresados en la Primavera Negra de 2003, no hay duda de que "el cambio en Cuba solo va a llegar cuando haya un presidente elegido por el pueblo, cuando cambie este sistema fracasado".

Leer más acerca de: