BRUSELAS, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los ministros de Asuntos Exteriores de la UE han condenado "con firmeza" la reanudación de las hostilidades por parte del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) y han reclamado "el fin inmediato de la ofensiva militar en Kivu Norte", incluida la violencia sexual, los abusos a los Derechos Humanos y el reclutamiento de niños soldados.
"La UE condena con firmeza los pasos que ha tomado el M23 para establecer una administración paralela en las zonas que controla", reza el texto de conclusiones adoptado por los Veintisiete sobre la crisis en República Democrática del Congo.
Tras reiterar su condena al M23 y otros grupos armados en la zona, los Veintisiete han admitido su "profunda preocupación" por las informaciones sobre "el apoyo continuado externo a los grupos rebeldes en el este" del país en clara alusión a Ruanda e instan a los países vecinos a "ejercer toda la influencia posible y tomar las medidas necesarias para evitar un mayor deterioro de la situación e impedir que el conflicto se extienda a otras facciones o zonas".
"Los esfuerzos para socavar la seguridad, la soberanía e integridad territorial de RDC no pueden tolerarse", insisten los Veintisiete, que no descarta "medidas para alentar una actitud constructiva de los actores regionales" y piden que los responsables de la violencia contra civiles, especialmente mujeres y menores, sean llevados ante la Justicia.
Los Veintisiete han insistido en que "una solución militar al conflicto actual no es sostenible" y han expresado la preocupación "grave" de la UE por la situación humanitaria que ha generado el conflicto en el este del República Democrática del Congo porque plantea un "desafío enorme" para la estabilidad de la región de los Grandes Lagos. Más de 650.000 personas han tenido que huir de sus hogares desde abril.
La UE ha pedido a todas las partes facilitar el acceso humanitario y ha respaldado los esfuerzos de la Unión Africana y la ONU para "buscar una solución política" a la actual crisis. También piden que la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) desempeñe "un papel activo en la crisis" dentro de su mandato.
Por ello, saludan el nombramiento de un enviado especial de la UA y han instado al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, a estudiar el nombramiento de un enviado especial propio para facilitar el diálogo que permita poner fin a la crisis de forma "inmediata" y "encontrar una solución política sostenible".
Los ministros de Exteriores de la UE también han subrayado la importancia de que las autoridades congoleñas "promueva esfuerzos efectivos" para crear seguridad y consolidar el Estado de Derecho, así como para garantizar "la plena protección de los civiles" y les han instado a "acelerar" la reforma del sector de seguridad del país, que la UE está apoyando a través de dos misiones.
Los Veintisiete han pedido a la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, y a la Comisión Europea que les presente "propuestas para un enfoque estratégico de la UE" para abordar los desafíos de seguridad y desarrollo en el este de República Democrática del Congo.
