KINSHASA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Policía de República Democracia de Congo (RDC) se vio obligada hoy a utilizar gas lacrimógeno para dispersar a miles de manifestantes que tratan de impedir la celebración de las elecciones generales del próximo domingo en el país, las primeras democráticas que se celebrarán en cuatro décadas.
"No habrá elecciones el domingo. No queremos estas elecciones predispuestas, queremos elecciones bien organizadas", declaró el representante de Asuntos Juveniles Para la Democracia y el Progreso Social, partido que encabeza Étienne Tshisekedi y que participa en las encuestas.
Unos 5.000 manifestantes, la mayoría partidarios de Tshisekedi, quemaron fotografías de los candidatos presidenciales en la capital congoleña, Kinshasa, y lanzaron cánticos contra el presidente actual, y favorito para optar de nuevo a la Presidencia, Joseph Kabila, segun recoge la agencia de noticias de la ONU, Irin.
Kabila, uno de los 33 candidatos presidenciales para el domingo, ha estado al frente del Gobierno de transición en RDC durante los últimos tres años.
Los partidarios de Tshisekedi, quien también opta al máximo cargo, han estado pidiendo una reorganización de los comicios alegando falta de transparencia en el número y la identidad de los electores. Así, hicieron llegar recientemente una reclamación a la Comisión Electoral Independiente argumentando que cerca de 1,5 millones de votantes han desaparecido de las listas de voto.
"La identificación de los votantes nunca ha estado clara, incluso los extranjeros han sido registrados como votantes, y las listas de electores nunca han sido publicadas", aseguró Raoul Nsolwa, otro manifestante.
Sin embargo, el presidente de la Comisión, Apollinaire Malumalu, aseguró que pese a las manifestaciones las elecciones seguirán adelante. Para la planificación de estas se han destinado unos 440 millones de dólares, además del esfuerzo internacional, para que el país viva su primera votación multipartidista desde 1960.
Hace dos días, los partidarios de Tshisekedi ya protagonizaron hechos violentos, y lanzaron piedras a un vehículo de la campaña de Kabila durante una manifestación en Mbuji-Mayi, principal localidad de la provincia de Kasai Oriental y bastión de Tshisekedi. Según grupos de derechos humanos, cientos de manifestantes fueron detenidos.
Los detractores del proceso además se han visto fortalecidos y apoyados por los obispos católicos congoleños, que pidieron un boicot a las elecciones en caso de que las irregularidades no sean resueltas. La Iglesia Católica tiene gran influencia en un país donde el 8 por ciento de los 60 millones de habitantes son cristianos, y de ellos el 50 por ciento católicos.
