RDCongo.- La ONU alerta de la esclavitud sexual, el incesto forzado y el canibalismo que se cometen en RDC

Actualizado: lunes, 30 julio 2007 18:44

Un hospital cerca de Ruanda recibe cada año a miles de víctimas, pero la mayoría tiene miedo de contar las torturas

GINEBRA, 30 Jul. (EP/AP) -

Las atrocidades sexuales que se cometen en la provincia de Kivu Sur, de República Democrática del Congo (RDC), van "mucho más allá de la violación" e incluyen esclavitud, incesto forzado y canibalismo, según alerto hoy la experta en Derechos Humanos de Naciones Unidas Yakim Erturk.

En este sentido, Erturk consideró que la situación en esta región es la peor que haya visto en cuatro años como investigadora especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres.

La mayoría de los peores abusos son cometidos por grupos rebeldes, muchos de los cuales huyeron a República Democrática del Congo después de tomar parte en el genocidio ruandés de 1994, explicó Erturk, quien la semana pasada finalizó una misión de 11 días a este país africano.

"Las atrocidades perpetradas por estos grupos armados son de una brutalidad inimaginable que van mucho más allá de la violación. Las mujeres son brutalmente violadas por bandas, muchas veces delante de sus familiares y comunidades. En numerosos casos, los hombres son obligados a punta de pistola a violar a sus propias hijas, madres o hermanas", indica la experta en un comunicado.

Además, añade que "frecuentemente las mujeres son disparadas o apuñaladas en sus órganos genitales después de ser violadas". "Mujeres que sobrevivieron a meses de esclavitud me dijeron que sus torturadores les habían obligado a comer excrementos o restos de sus familiares", relató.

NÚMERO DE VÍCTIMAS

Por ello, Erturk indica que la situación en la provincia es "alarmante y requiere atención inmediata", al tiempo que estima que en lo que va de año ya se conocen 4.500 casos de violencia sexual, pero advirtió de que el número real de víctimas es probablemente mucho mayor. "La mayoría de las víctimas viven en áreas inaccesibles y tienen miedo de contar" lo que les ocurrió, explica.

El Hospital de Panzi, institución especializada situada en la localidad de Bukavu, cerca de la frontera con Ruanda, recibe cada año a aproximadamente 3.500 mujeres que padecen fístulas y otras heridas graves resultantes de las atrocidades cometidas contra ellas.

Erturk señala que, durante su visita al centro sanitario, conoció el caso de una niña de diez años que, tras ser secuestrada junto con sus padres, "tiene que someterse a una operación de emergencia porque sus torturadores le clavaron un palo en sus órganos genitales", indica.

La región del este de la RDC, limítrofe con Uganda, Ruanda y Burundi, es la más inestable del país, con frecuentes enfrentamientos entre las milicias que dejan a su paso decenas de civiles muertos. Los cascos azules de la ONU ayudaron a la conclusión de la guerra que duró cuatro años (1998-2002) y que afectó a sus seis países vecinos. Unos 18.000 cascos azules continúan en RDC, en lo que actualmente es la más extensa operación de pacificación.

VIOLENCIA "DESENFRENADA"

La experta de Naciones Unidas hizo un llamamiento en el comunicado para un mayor compromiso del Gobierno de este país y de la comunidad internacional para acabar con las violaciones de Derechos Humanos, alertando de que la violencia sexual a lo largo del país está "desenfrenada" y es cometida tanto por grupos rebeldes como por las Fuerzas Armadas y la Policía.

Mientras los insurgentes cometen la mayoría de los peores abusos, Erturk afirma que las fuerzas gubernamentales y la Policía son responsables de cerca del 20 por ciento de la violencia sexual conocida. "Soldados o policías también cometen estos actos, ya que consideran que están por encima de la ley", explica.

Erturk, quien también visitó la provincia de Equator y el distrito de Ituri, señaló que se quedó "conmocionada" al descubrir que la Policía y las Fuerzas Armadas responden a las tensiones sociales con represalias indiscriminadas, que incluyen "saqueos, tortura y violación en masa", afirma la experta, que cita un indicente ocurrido el pasado diciembre en el que 70 agentes policiales se vengaron del incendio de una comisaría en Karawa quemando la ciudad de Equator, torturando a civiles y violando a al menos 40 mujeres, incluida una niña de 11 años.

Ningún policía ha sido acusado o arrestado en relación a estas atrocidades, añade Erturk, que añade que operaciones similares han tenido lugar en ciudades como Bonyanga y Bongulu, también situadas en el noroeste del país.

"El sistema de Justicia está en un estado deplorable. Está sobrepasado incluso a pesar del número limitado de casos, en los que la mujeres desafían todos los obstáculos y se atreven a informar de la violencia sexual. Los informes de corrupción e injerencia policial en los procesos judiciales son generalizados", concluye Erturk, quien subraya que presentará todos los documentos el próximo septiembre ante el Consejo de Naciones Unidas.