Una recién nacida con dos caras, convertida en divinidad popular en India

Actualizado: lunes, 7 abril 2008 16:04


NUEVA DELHI, 7 Abr. (OTR/PRESS) -

Desde que naciera su hija el pasado 11 de marzo, la hija de Vinod Singh y Sushma, Lali, ha levantado todo un revuelo en el pueblo donde vino al mundo, Saifi, y en los de los alrededores. Un capricho del destino hizo que Lali, de menos de un mes de vida, llegara a la vida con dos caras, lo que, a ojos de algunos, la ha convertido para algunos en la reencarnación de una divinidad hindú. Hasta la tranquila localidad de Saifi, a 50 kilómetros de Nueva Delhi, ya han peregrinado centenares de indios para ver a la recién nacida, a la que sus padres se niegan a operar.

"Cuando la ví por primera vez, tuve miedo de ella. Pero cuando el médico me dijo que era una niña normal excepto por esa cara, la acepté, y ahora no vemos ninguna anormalidad en su vida diaria", asegura la madre de Lali, en declaraciones al 'Mumbai Mirror' recogidas por otr/press, que explica que, en un principio, por ser su primer hijo, no podía aceptar que le pasara eso. "Estaba muy enfadada, pero ahora es parte de mi vida, mi cuerpo y mi alma", afirma Sushma, cuya familia, igual que los padres de la recién nacida, consideran a Lali "una bendición divina" a la que protegen de las cámaras de los fotógrafos.

Lali tiene cuatro ojos, dos bocas y dos narices, pero su salud es estable según los médicos, que visitan a la recién nacida, de menos de un mes de edad, cada dos días y que le dieron el alta, a ella y a su madre, dos días después del parto. "Dios la ha hecho así y nosotros somos afortunados de ser sus padres", asegura el abuelo de Lali, Brahm Singh, que parece creer, como muchos habitantes de los pueblos en torno a Saifi, que la niña es la reencarnación de Ganesh, el hijo del gran dios Shiva con cuatro brazos y cabeza de elefante, dios hindú de la sabiduría.

"Si después de nacer el médico nos dijo que estaba bien ¿por qué tenemos que operarla?", se pregunta Vinod, de 24 años, y padre de la criatura, que es alimentada por una boca mientras la otra la utiliza para chuparse el pulgar. Sólo un TAC o una resonancia magnética podrá determinar si Lali necesita verdaderamente una intervención quirúrgica para que su malformación no le produzca problemas de salud, pero, en cualquier caso, los médicos señalan que cualquier operación será extremadamente delicada y compleja.