MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los refugiados palestinos en Siria viven con el temor de sentirse atrapados entre dos bandos y que el país deje de ser un lugar seguro, ha afirmado este miércoles el director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en Siria, Michael Kingsley-Nyinah, en las II Jornadas de 'El enfoque basado en Derechos Humanos en la Acción Humanitaria: el desafío de Siria y Gaza'.
"Una consideración importante es el peligro que perciben los refugiados de que los atrapen entre dos sectores", ha dicho Kingsley-Nyinah. Por un lado, el hecho de que Siria haya sido históricamente uno de los mayores receptores de refugiados palestinos hace que éstos estén considerados como colaboradores del Gobierno. Por otra parte, los informes de palestinos que han participado individualmente con grupos opositores crea la imagen de que están traicionando a "la mano que les da de comer".
Esta situación es una de las razones por las que "existe un temor muy real de que Siria deje de ser un refugio seguro al finalizar la guerra", ha dicho el director de la UNRWA en Siria.
La precaria situación económica en la que viven, cercados en campos de refugiados, y el hecho de no ser bienvenidos en los países colindantes genera en este colectivo un enorme sentimiento de incertidumbre y vulnerabilidad.
Estos factores evocan en los refugiados recuerdos muy profundos de la "desposesión" que vivieron en 1948. "Muchos de los refugiados con los que hablamos en los campos nos dicen que ahora entienden lo que les contaban sus abuelos", ha continuado.
LOS DILEMAS DE UNRWA
Además de dar asistencia a los refugiados, uno de los objetivos de la Agencia es velar por el mantenimiento de los Derechos Humanos, una tarea muy complicada en el país. "La principal característica de la crisis humanitaria de Siria es el vacío de Derechos Humanos que existe", ha denunciado Kingsley-Nyinah.
Los trabajadores tienen "sentimientos encontrados". Por una parte se ven en la obligación de hacer sonar la voz de alarma sobre la situación de violación de Derechos Humanos que viven los refugiados, pero por otra son estos mismos los que reclaman que no lo hagan para evitar centrar la atención sobre estas zonas y aumentar el riesgo de convertir los campos de refugiados en campos de batalla.
La situación de los campos de refugiados es estrátegica para los opositores, ya que se suelen encontrar a las afueras de las principales ciudades.
Otro de los problemas de la Agencia es la frustración por no poder prestar ayuda a todo el que la necesita desde el primer momento. "En la práctica es necesario trabajar de forma gradual para solucionar los problemas, aunque conlleve ayudar a menos gente. Es algo que debemos aceptar", ha afirmado el funcionario de la ONU.
