ESTOCOLMO, 30 May. (OTR/PRESS) -
La publicación de las memorias del ex secretario de prensa de la Casa Blanca Scott McClellan, en las que acusa al presidente George W. Bush de 'vender' a toda costa sus argumentos para la guerra de Irak mediante la propaganda y la manipulación, han removido a la clase dirigente norteamericana. Si el miércoles era la portavoz de la Casa Blanca la que señalaba que el jefe de Estado estaba "desconcertado y decepcionado" por estas acusaciones, ayer la secretaria de Estado norteamericana ha vuelto a defender la gestión del conflicto.
"De lo único que estoy segura es de que no fue un error liberar al pueblo iraquí de Sadam Hussein", afirmó quien ocupaba el cargo de asesora de Seguridad Nacional cuando se perpetró la invasión. Durante una rueda de prensa desde Estocolmo, con motivo de la conferencia internacional sobre Irak, Rice subrayó que apartar al dictador del poder fue "lo correcto" y no se debió a una acción unilateral.
La secretaria de Estado recordó que "estados Unidos no fue el único que creía que había armas de destrucción masiva ocultas", afirmación que posteriormente se demostró falsa. En este sentido, aseveró que "la historia está allí para quien quiera verla". "No podemos trasladarnos al presente y decir que sabíamos lo que de hecho no sabíamos en 2001, 2002 ó 2003", ya que "los informes sobre armas de destrucción masiva parecían muy claros".
