El riesgo de hambruna en Somalia obliga a las agencias de ayuda a reinventarse

Somalíes desplazados por la sequía
REUTERS / ZOHRA BENSEMRA - Archivo
Actualizado: viernes, 23 marzo 2018 17:22

DOLLOW (SOMALIA) 23 (Reuters/EP)

Durante el peor pico de hambruna en Somalia en 2011, Madow Mohamed tuvo que dejar a su hijo de cinco años a un lado de la carretera para que sus otros ocho pudiesen conseguir ayuda. Cuando volvió a por él, solamente encontró una tumba.

El menor fue uno de los 260.000 somalíes que perdieron la vida por la falta de alimentos y la sequía. "Nunca puedes olvidar que dejaste morir a tu hijo, es un infierno que nunca acaba", ha declarado Mohamed siete años después del suceso.

Actualmente, después de tres estaciones de lluvias fallidas, la sequía es aún más dura. Sin embargo, ninguno de los hijos de Mohamed ha perdido la vida y el número de muertos en el país, 1.000 según la ONU, ha disminuído.

¿Por qué? Los organismos internacionales señalan que la intervención de los donantes, la pérdida de influencia del islamismo y la fortaleza del Gobierno somalí han sido cruciales.

Otra de las causas radica en que las agencias de ayuda internacional han pasado de ofrecer alimentos a dinero, solución más efectiva que han apoyado países donantes como Canada, Australia y el continente europeo.

DE ALIMENTOS A DINERO

En 2011, algunos de los donantes comenzaron a repartir dinero en Somalia a pesar de que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) siguiese proporcionando solamente comida. La decisión de modificar el sistema de ayuda se tomó por los robos constantes que sufrían los vehículos que transportaban alimentos en el interior del país.

Además, las familias tenían que caminar durante días a través del desierto para alcanzar estas zonas de reparto de productos, ruta en la que muchos de ellos perdían la vida.

Hoy en día, más del 70 por ciento de la ayuda del PMA es dinero, la mayoría distribuido vía teléfono móvil. El programa, que repartió 134 millones de dólares ( 108 millones de euros) en 2017, evita que las familias tengan que trasladarse para recogerlo e imposibilita el robo.

Cada año, Mohamed recibe 65 dólares (52 euros) de la agencia italiana COOPI. "Si hubiese tenido el dinero aquel año, podría haberme quedado en mi pueblo. Los alimentos de los mercados eran caros pero hubiera podido comprarlos", ha dicho Mohamed con tristeza.

UN CAMBIO MUNDIAL

Hace seis años, el 5 por ciento de la ayuda europea se basaba en la distribución de dinero. Actualmente representa más de un tercio del total ya que este método reduce costes si se utiliza a gran escala.

La mayor parte de la ayuda internacional la proporciona la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que aportó 3,6 millones el año pasado. La USAID ha incrementado un 17 por ciento su donación de dinero en Somalia durante los últimos 7 años.

Las organizaciones internacionales utilizan diferentes sistemas para distribuir el dinero pero el principal recurre al registro de las huellas dactilares de los miembros de las familias, que posteriormente se registran en una base de datos. Por último, se realiza el ingreso monetario usando tarjetas de crédito, móviles o cupones.

A pesar de las mejoras, el dinero no llega a toda la población y muchos de los problemas que sufre el país persisten. Si no se dispone de agua potable ni de servicios sanitarios accesibles, los ciudadanos no pueden gastar el dinero en comprar agua o medicinas.

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