MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Irán, Hasán Rohani, ha descartado que se vayan a imponer nuevas restricciones "generales" como las adoptadas en marzo por la pandemia de coronavirus, pero sí que ha abierto la puerta a nuevas medidas localizadas ante el aumento constante de nuevos casos. El país se acerca ya a los 234.000.
La República Islámica logró contener a finales de mayo y principios de junio la tasa diaria de nuevos contagios, pero a medida que ha avanzado en la desescalada la tendencia se ha revertido y junio ha registrado algunos de los peores datos desde el inicio de la pandemia.
Rohani, que ha encabezado una reunión de la comisión que coordina la lucha contra el coronavirus, ha citado como "razón del problema" el incumplimiento de las recomendaciones sanitarias y ha emplazado a la ciudadanía a extremar las precauciones. En este sentido, ha recomendado cambios en el estilo de vida para, por ejemplo, garantizar la distancia, según un comunicado de su oficina.
El presidente ha pedido "nuevos hábitos de comportamiento" teniendo en cuenta la carga "que el peso de responder a la enfermedad y tratar a los pacientes graves recae en el personal médico", que sufría "de agotamiento físico y mental" y vería dañada igualmente su "motivación" para seguir trabajando.
El Ministerio de Sanidad iraní ha elevado a 232.863 el balance de contagiados por coronavirus, 2.652 más que el miércoles, mientras que la cifra de fallecidos ha aumentado a 11.106, 148 más. Unos 3.000 pacientes continúan ingresados en unidades de cuidados intensivos, según la agencia de noticias oficial IRNA.
