R.Quetzal.-Los expedicionarios hacen su primera gran marcha de la etapa en Chile en un palmar tras las huellas de Darwin

Actualizado: martes, 15 diciembre 2009 10:20

SANTIAGO, 15 Dic. (De la enviada especial de EUROPA PRESS Ana Moreno) -

Los casi 300 expedicionarios de la edición 2009 de la Ruta Quetzal BBVA realizaron este lunes su primera gran marcha de su etapa en Chile en el Parque Nacional La Campana, por las sendas del palmar de Ocoa, siguiendo así las huellas del antropólogo británico Charles Darwin, quien estudió esta especie arbórea que se encuentra actualmente en peligro de extinción.

Durante unas seis horas, los 'ruteros' recorrieron distintos senderos que se abren paso en medio de un palmar que cuenta con ejemplares de una media de 700 años de antigüedad, aunque ahora las autoridades chilenas están haciendo un esfuerzo por reforestar este paraje natural que fue arrasado por la acción del hombre en tiempos de la Colonia.

La sabia de las palmas chilenas se convirtió en un manjar con la que fabricar la llamada miel de palma, producto que se convirtió en la principal fuente de endulzante de aquella época, lo que significó la muerte de miles de ejemplares, ya que la sabia sólo se puede extraer con el árbol muerto.

Por distintos recorridos, los expedicionarios demostraron su fortaleza física bajo un sol radiante que hizo subir la temperatura a más de 30 grados centígrados -en Chile ahora es principio de verano-- en este Parque Nacional creado en 1967 en la región de Valparaíso y con una extensión de 8.000 hectáreas. Los jóvenes, procedentes de 53 países, pudieron saber un poco más de esta especie que sólo se encuentra en el país sudamericano y que puede llegar a medir entre 25 y 30 metros.

NO HUBO CASCADA

El objetivo de muchos de estos recorridos, realizados en seis grupos en que se dividieron los 'ruteros', era alcanzar la Cascada de las Ánimas, una imponente catarata ubicada en el corazón del palmar. Sin embargo, algunos de los grupos no pudieron ni siquiera llegar por diversas circunstancias, entre ellas, y destacando por encima de todas, el terrible calor del verano chileno.

En algún grupo muchos jóvenes tuvieron que detener la marcha por el palmar y dar media vuelta a causa de bajadas de tensión o de azúcar, unida al propio esfuerzo físico que realizaron, aunque la situación no fue a más y pronto se recuperaron completamente, aunque no lograron alcanzar la cascada.

En otro de los casos en que los expedicionarios no alcanzaron su objetivo, fueron los propios guías del parque los que perdieron el camino y dicho grupo estuvo caminando más de cuatro horas sin un rumbo definido. Debido a la extensión recorrida, la mayoría de los jóvenes se quedaron sin agua y dos de los periodistas que les acompañaban fueron abandonados por los responsables del parque, por lo que tuvieron que rastrear las huellas de las botas de los jóvenes y finalmente todos llegaron a la meta sanos y salvos.

ASÍ ES LA AVENTURA

Al llegar al final del camino después de aproximadamente seis horas de marcha, algunos de los jóvenes que hicieron este recorrido explicaron a modo de conclusión que la marcha fue "estupenda", aunque bastante "dura", y consideraron que la "aventura" consiste en perderse y superar situación adversas de todo tipo, ya sea nevando o a pleno sol como hoy.

Los expedicionarios demostraron tener mucho interés por la palma chilena, un árbol completamente extraño para ellos -exceptuando al grupo de 'ruteros' chilenos-- pero que es considerado como la palma más austral del mundo a nivel de distribución continental y actualmente está en peligro de extinción.

Paralelamente a la visita al Parque Nacional La Campana, un grupo reducido de expedicionarios que, por distintas razones, no pudieron participar en el itinerario previsto, ascendieron el Cerro de San Cristóbal, en Santiago, y después la sede del periódico local 'El Mercurio', uno de los más importantes del país sudamericano.

La Ruta Quetzal BBVA continúa hoy, martes, su andadura por Chile en Isla Negra, una de las tres casas que el premio Nobel Pablo Neruda tenía en el país, tras lo cual se trasladará a Valparaíso, donde los expedicionarios se embarcarán en el buque de la Armada chilena 'Valdivia' para, 48 horas después, arribar al archipiélago de Juan Fernández. Reviviendo la novela más famosa del escritor británico Daniel Defoe, 'Robinson Crusoe', la expedición "naufragará" en una de sus islas y allí podrá disfrutar con la visión de los lobos marinos de dos pelos, el único mamífero endémico del archipiélago, entre otras especies.