Rumanía.- El Senado aprueba una ley que prohíbe a los antiguos funcionarios comunistas ocupar cargos públicos

Actualizado: martes, 11 abril 2006 19:51

BUCAREST, 11 Abr. (EP/AP) -

El Senado rumano aprobó hoy por un sólo voto de diferencia una ley que prohíbe a los antiguos funcionarios comunistas ocupar cargos públicos, en lo que constituye un victoria simbólica para los detractores del comunismo.

La ley, que obtuvo la mayoría necesaria por un sólo voto, pasó con 69 votos a favor y 42 en contra, y ahora será llevada al Congreso de los Diputados. Para que entre en vigor además deberá ser aprobada por el presidente rumano, Traian Basescu.

Rumania ha encontrado dificultades para borrar si pasado comunista que se dio por zanjado en 1989 tras la caída del dictador Nicolae Ceausescu, quien fue ejecutado. Sin embargo, muchos funcionarios que trabajaron para la Administración pública durante el régimen del dictador, todavía hoy mantienen puestos públicos, incluido el propio presidente Basescu. Pese a que el presidente formó parte del partido Comunista rumano, nunca tuvo un papel prominente, por lo que, en caso de ser aprobada esta ley, es improbable que tuviera que dimitir.

La proposición e ley establece que cualquier persona que tuviera funciones en el Partido Comunista o hubiese trabajado para la Policía secreta, no podrá ocupar cargos públicos en los siguientes diez años desde la entrada en vigor de la ley. El Partido Comunista tuvo cuatro millones de miembros y la inteligencia rumana, también conocida como Securitate, podría haber contado con unos 700.000 informadores.

Por su parte, el primer ministro, Calin Popescu Tariceanu, criticó la medida y la calificó de "excesiva", pese a que su partido, el liberal, dio sus votos de aprobación en la Cámara Alta. Popescu consideró que esta ley no debería ser usada para la revancha contra el presidente ni contra los que fueron miembros de organizaciones juveniles comunistas.

Entre los miembros de las Juventudes Comunistas se encuentra el ministro de Asuntos Exteriores, Mihai Razvan Ungureanu, quien ostentó el liderazgo de la organización y podría ser obligado a renunciar a su puesto en caso de aprobarse la ley.