LONDRES, 17 May. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro británico, Tony Blair manifestó hoy que la inmensa mayoría de los presos extranjeros deben ser deportados, sea cual sea la ofensa, a sus países de origen, después del escándalo surgido en Reino unido tras descubrirse la liberación de 1023 prisioneros extranjeros sin considerar ni siquiera la deportación.
Así, Blair dijo hoy a los parlamentario británico que está preparado para cambiar la ley y asegurar que todo los presos extranjeros son deportados automáticamente, aunque Downing Street aclaró posteriormente que algunos de estos prisioneros podría evitar su deportación en "muy pocos casos excepcionales", recoge la BBC.
Los conservadores que encabezan David Cameron declararon ante esta propuesta que Blair está "nervioso", mientras los liberaldemócratas argumentaron que esta política es probablemente ilegal.
Tras el escándalo de los 1023 prisioneros liberados, que le costó el cargo al anterior ministro de Interior, Charles Clarke, el sucesor de este, John Reid, reveló esta semana el nombre de 98 delincuentes peligrosos, incluido un asesino que permanece huido.
Blair también puntualizó que la medida no sería aplicable a aquellos extranjeros que llevan en Reino Unido un tiempo largo y sólo han cumplido un período breve de condena.
"En la mayor parte de casos habrá una presunción automática y la mayor parte de estas personas serán deportadas", explicó el primer ministro, que vive uno de sus momentos más bajos al frente del país."Estas personas, desde mi punto de vista, deben ser deportadas independientemente de cualquier reclamación que hagan sobre el hecho de que sus países de origen no sean seguros", puntualizó.
