LONDRES, 7 Jun. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha demandado por carta a los diputados laboristas que el próximo miércoles apoyen en el Parlamento la ampliación del período de detención sin cargos de 28 a 42 días, en un último intento para evitar la que sería su primera derrota en la Cámara de los Comunes desde que hace menos de un año asumiera el cargo.
Después de que a principios de esta semana la ministra del Interior, Jacqui Smith, tratase en una reunión con el Grupo Parlamentario de convencer al medio centenar que se calculaba se oponía a la polémica medida, el Brown ha vuelto a intermediar con una apelación directa a sus filas en la que asegura que el plazo de seis semandas sólo se aplicará en "situaciónes de crisis terroristas".
Así, en los últimos días el mandatario ya había defendido esta apuesta tanto en comparecencias ante la prensa como en un artículo en el diario 'The Times', si bien la misiva representa su primera apelación directa a sus filas, entre las que podrían quedar 30 reticentes que dejarían la votación en manos de los nueve diputados norirlandeses del DUP.
Con todo, no sería la primera derrota del Ejecutivo en una medida similar, puesto que Tony Blair ya había visto cómo el Parlamento rechazaba su intento de elevar el plazo de detención sin cargos a 90 días, promovido a raíz de los atentados que sufrió Londres el 7 de julio de 2005.
En esta ocasión, Brown retomó los argumentos empleados esta semana acerca de que la complejidad de las nuevas tramas justifica la decisión y, aunque no recoge nuevas concesiones para ganarse el favor de sus diputados, defiende que su Gabinete ha hecho "todo lo que está en su poder" para equilibrar las libertades civiles con la necesidad de incrementar la seguridad contra "individuos y grupos preparados para para ataques suicidas que quieren causar víctimas masivas sin aviso".
DEFENSA DE LOS DERECHOS INDIVIDUALES
Así, subraya que con la legislación actual en mano, los derechos de los ciudadanos están protegidos contra "cualquier tratamiento arbitrario" puesto que, en Gran Bretaña, "la libertad es, y permanece, en el centro del acuerdo constitucional". "El reto ha sido asegurar que, a través de la adecuada supervisión judicial y parlamentaria, reaccionamos ante la amenaza la seguridad y aseguramos las libertades fundamentales de los ciudadanos", insistió.
Además, rechazó que la medida vaya a situar a Reino Unido fuera de la corriente dominante de Europa y, tras subrayar que las fórmulas de terrorismo actual son "radicalmente diferentes" a las que el país debía afrontar en el pasado, se mostró convencido de que los términos cumplen con la Convención Europea sobre Derechos Humanos, pese a que algunas organizaciones han elevado ya sus voces a este respecto y personalidades como el ex fiscal general del Estado cuestionaron la legitimidad.
La votación se produce en uno de los peores momentos para el primer ministro, con una severa caída de popularidad a un año de su traslado al 10 de Downing Street y debacles electorales que, sumadas a las devastadoras perspectivas que las encuestas ofrecen a los laboristas, han desencadenado un debate interno acerca de la conveniencia de su continuidad como primer ministro. Sin embargo, Brown rechaza que la votación del miércoles represente una prueba sobre su liderazgo en el partido.
